Tras la victoria del PP el pasado 20-N, quiero presuponer el compromiso adquirido, por sus votantes y cabecillas, de acabar con lo que a muchos nos ocupa y preocupa: el tema del aborto.
Nadie de los que al PP han votado, y que dicen ser pro-vida, debería acostarse un solo día sin haber hecho "algo" en favor de la vida, mojándose personalmente y no solo esperando a que otros den el primer paso. Espero de todos sus votantes que a partir de hoy no se queden en casa esperando que las "cosas", que no son otras que las más de 350 ejecuciones legales de inocentes que a diario se producen en España, se arreglen por sí solas.
A partir de "ya", para que no muera ni uno más, espero ver a todos en todas las concentraciones por la vida, exigiendo el cumplimiento de lo que "dicen" han dicho pero nadie ha escrito. De no ser así, tendremos que dar la razón al Sr. Blanco cuando decía que solo cuando gobiernan los socialistas salen los católicos y los pro-vida a la calle a exigir la abolición del aborto y la defensa de la familia.
Ahora, tras jactarse de ser los únicos que pueden defender la vida, es cuando hay que dar el callo; los que gobiernan reconociendo este cruel asesinato y los ciudadanos armando ruido y haciendo del derecho a la vida la primera y gran demanda ciudadana.
El pasado 22 de Mayo hubo ya otras elecciones que también ganó el PP, porque iba a hacer buenas políticas.
Concretando en Baleares, seis meses después, la PDD se sigue dispensando sin receta médica y a menores, el Sr. Bauzá no se ha dignado a recibir a los de próvida, no se ha marcado el protocolo de ayuda a la mujer embarazada ni modificado el "sobre cerrado" que se entrega a la mujer que quiere abortar para darle otras salidas. Y lo que es más triste: en todo este tiempo, en nuestra comunidad se han sacrificado más de 15 niños a diario porque la economía aún no se ha arreglado, o sea, unos mil ochenta con el PP gobernando.
Rosalía Cortés