En nuestra sociedad actual la familia está siendo atacada desde distintos frentes: desde el derecho a la educación, porque queremos poder escoger aquella que creemos mejor para nuestros hijos, no la que nos impongan; desde la libertad religiosa, porque queremos y debemos defender y poder expresar nuestra fe; desde la defensa del no nacido porque debemos proteger esa vida desde el momento de la concepción; y ahora, esta ley que pretende equiparar al matrimonio con lo que no es matrimonio.
Si dos personas homosexuales quieren vivir juntos, que lo hagan, como dos personas solteras, dos estudiantes, una persona que cuida a su tío enfermo. Que se les reconozca su derecho a cobrar la pensión del otro por el tiempo vivido juntos, el derecho a poder heredar, etc pero ¿adoptar niños? ¡no, por favor! Que el tener un hijo NO ES UN DERECHO, y sí lo es el de un niño a tener un padre y una madre. Y eso es lo que queremos denunciar, que los niños no sean un juguete o una moneda de cambio.
Yo, como católica, me he sentido llamada desde un principio a apoyar esta movida porque creo que es una forma de luchar por aquello en lo que creo y que, además, beneficia a toda la sociedad. Es una forma de luchar por ese mundo más justo que todos queremos. Y me siento segura en esta batalla porque es lo que el Papa nos está pidiendo a gritos ¡Defended a la familia!.
Me gustaría que mucha gente se sintiera llamada y llenáramos Madrid a rebosar, como cuando vino a vernos el Papa Juan Pablo II Esta es otra forma de demostrar que estamos con él y que seguimos sus enseñanzas.
Nos vemos en Madrid el 18-J.
Mª Carmen de Lara Carbajal
mamenlc@hotmail.com
