- Rajoy no cree en el diálogo social. Sabe que CEOE y UGT y CCOO no representan ni a empresarios ni a trabajadores.
- Y en eso tiene razón, pero ahora necesita recuperar una imagen menos dura ante las europeas.
- Y vuelve a esquemas del pasado: se olvida de los autónomos y de otras centrales sindicales.
- Justo cuando UGT y CCOO agonizan y cuando CEOE ha sido relevada por el CEE de las grandes empresas y bancos.
De improviso, en la mañana del martes, Mariano Rajoy convocó a toda prisa, en el incomparable marco del Palacio de la Moncloa, al presidente de la CEOE, Juan Rosell, y a los secretarios generales de CCOO, Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez (Los cuatro en la imagen). Ante las cámaras de televisión, claro está, sin guión, y con el único objetivo de hacerse una foto. Se trataba de "quitarle aristas", como dicen los consultores de imagen, a un presidente que desde la reforma laboral prescindió del diálogo social.
Y es que en el Gobierno Rajoy están convencidos de que ni el diálogo social sirve para nada, con unos sindicatos muy politizados a favor de la izquierda y con dos interlocutores en estado terminal. La patronal CEOE ya no pinta nada. Cuando el Gobierno quiere lanzar la marca España o asegurarse el apoyo empresarial a las políticas económicas, acude al Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) compuesto por las grandes empresa y liderado por tres hombres: el presidente de Telefónica, César Alierta, el del Banco Santander, Emilio Botín y el de Caixabank, Isidro Fainé. Los otros cuatro grandes, Pablo Isla (Inditex), Ignacio Galán (Iberdrola) Antonio Brufau (Repsol) y Francisco González (BBVA) pintan, pero pintan menos.
Y con los sindicatos ocurre lo mismo: UGT y CCOO son asociaciones terminales, hundidas por los escándalos de corrupción, porque operan como partidos políticos más que con centrales sindicales y porque el mundo ha cambiado y sólo representan a trabajadores mayores de grandes corporaciones.
Y encima, para su paripé electoral, ante las europeas, Moncloa ha prescindido de autónomos y de otros sindicatos: ambos representan mejor, a día de hoy, al tejido industrial español.
Un paripé forjado a toda prisa por un sola razón: Rajoy está preocupado por la posibilidad de perder las próximas elecciones europeas.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com