Lo dice El Roto (El País) en otra de sus geniales viñetas: tuvimos que asustar a la población para tranquilizar a los mercados.

Y como asegura Tomás Gómez, a los mercados no hay que tranquilizarlos hay que gobernarlos. La verdad es que lo liberal es, precisamente, ni tranquilizar ni gobernar a los mercados pero no rescatarlos jamás. Si especulan, dejar que se ahoguen con su propia soga.

Ahora, la Comisión Europea pretende otorgar más poder a los reguladores para evitar nuevos rescates con dinero público. Que no, caramba, que lo que hay que hacer es dejar quebrar a los bancos quebrados.

La Comisión Europea, plutócrata, como todos los poderes europeos, insiste en dotar de más poder a los supervisores: pero ¿es que han servido para algo los supervisores en la crisis financiera actual, la más grave de la historia? ¿Y los auditores? ¿Y las agencias de riesgo? ¿Y los bancos centrales?

La Unión Europea persiste así en el error: salvar los bancos, en lugar de salvar los ahorros, y salvar a los gobiernos que emiten deuda a mansalva. Eso sí, más supervisión para evitar que se llegue al punto de no retorno. Todos a merced de los ricos.  

No hemos aprendido nada de la crisis. Por eso seguimos en ella.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com