Los sabios critican no sólo el canon por ADSL sino el actualmente vigente sobre soportes como CD o DVD
Los intermediarios de gestión de derechos de autor, es decir los intermediarios de la propiedad intelectual, de los cuales el más conocido es la Sociedad General de Autores (SGAE) se han encontrado con la horma de su zapato. Hacían y deshacían a conveniencia en el Ministerio de Cultura de Carmen Calvo, pero no se percataron de que Calvo tenía un enemigo poderoso en el Gobiern el responsable de Industria, José Montilla. Con motivo de la Ley de Propiedad Intelectual ahora en tramitación parlamentaria, Montilla encargó al experto en Internet Manuel Castells, la elaboración un informe que, entre otras cosas, analizara el objetivo más perseguido por las SGAE: la implantación de un canon sobre ADSL y transmisión de archivos pro Internet y afianzar el cobro por copia privada (canon que ahora mismo se paga en España cada vez que se compra un CD, un DVD, un vídeo, etc.).
Pues bien, el Comité de sabios dice que el canon por copia privada vigente en España es el más alto de Europa, que enriquece a las intermediarios de derechos de autor, a las SGAE, pero no favorece la libre circulación de información. Además, critica que se aplique de forma indiscriminada, tanto para aquellos que compran un CD para piratear música o cine, como para los que lo utilizan en cualquier otra actividad lícita.
Al mismo tiempo, los sabios aconsejan que no se imponga un nuevo canon sobre ADSL y trasmisión de archivos en Internet, si no se quiere encarecer aún más la sociedad de la información y retrasar la instalación de este.
El golpe a las SGAE del grupo Castells ha resultado especialmente duro cuando afirman que el dinero recaudado por la sociedad de gestión de derechos se reparte de forma opaca entre los autores.
Así que Carmen Calvo, a la fuerza ahorcan, ya no podrá seguir defendiendo a los intermediarios de la propiedad intelectual. Montilla ha ganado, y lo peor es que el canon digital se pretendía fuera uno de los grandes logros de Calvo para esta legislatura, dado que la Ley de Propiedad Intelectual, ahora en tramitación y a punto de entrar en vigor, no será la gran norma que tenía penado Calvo sobre derechos de autor.