España tendrá que emitir 200.000 millones de euros de deuda en este 2010. La razón es muy sencilla: los ingresos públicos se han desplomado. El IRPF, por ejemplo, recortó en el 2009 un 39%. Y los gastos han subido como consecuencia de los subsidios de desempleo. El balance final es una situación desastrosa de nuestras cuentas públicas. Rajoy le recriminaba a Zapatero esta mañana que mientras que la economía había crecido un 25% desde que estaba en el poder, el gasto público se había disparado un 68%. Una señal inequívoca de la ausencia de voluntad de austeridad del Gobierno.
Al final el esquema es el siguiente. Zapatero confía en que el incremento del gasto provoque una mayor demanda que reactive el consumo, la actividad, el empleo y la recaudación. Pero eso no se ha producido. Al contrario: la subida del gasto ha provocado más paro, más recesión y una situación extraordinariamente delicada para nuestras cuentas públicas. Y así, nos encontramos con que este 2010 tendremos que emitir 200.000 millones de euros, equivalentes nada menos que al gasto de pensiones y Sanidad juntos. Casi nada. Vivimos de prestado. Y como planteaba Rajoy en la mañana de este miércoles, el déficit del 11,2% con el que cerramos nuestra economía en el 2009 es una vez y media el máximo alcanzado en la época de Felipe González.
Además, Rajoy censura que la Ley de Estabilidad Presupuestaria no se cumpla y vuelve a reiterar su exigencia de que se apliquen controles de techo de gasto y deuda administración por administración. De manera estricta, sin excepciones. Por último, advierte: siempre es mejor hacerlo por iniciativa propia que desde fuera. Y es que la realidad es que el ajuste del gasto o lo hacemos motu proprio o nos lo terminaran haciendo. El tiempo no es una variable estratégica, sino crítica. No es suficiente llegar, sino llegar a tiempo. Ya le queda muy poco tiempo, urge Rajoy.
Andrés Velázquez
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