En marzo la afiliación de extranjeros creció en 9.180 ocupados, es decir, un 0,55%El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha informado hoy de que en el mes de marzo la afiliación de extranjeros creció en 9.180 ocupados, es decir, un 0,55%,el primer aumento de inmigrantes de los últimos ocho meses: "El primer signo positivo en muchos meses". Aunque, "en todo caso -añade- es muy significativo que un buen número de inmigrantes se esté decidiendo a iniciar una actividad emprendedora".
Del total de extranjeros afiliados (1.690.728), seis de cada diez (1.054.973) procedían de países no comunitarios, el resto (635.755) de países miembros de la UE.
La mejora de la afiliación se aprecia en todos los Regímenes, excepto en el del Hogar, que está en fase de extinción (el uno de julio acaba el plazo para que estos trabajadores se encuadren en el Sistema Especial dentro del Régimen General) y destaca el aumento en el Régimen Especial del Mar, animado por la campaña pesquera de la anchoa, que crece el 8,95%, con 395 afiliados nuevos. Asimismo el colectivo autónomo se anota una mejora del 0,94%, al incorporar 1.946 afiliados más.
Sin embargo, en términos anuales, la afiliación de personas de procedencia extranjera continúa en negativo: un descenso del -4,88%, frente al -2,82% del conjunto del Sistema. Como en los meses anteriores, ambos indicadores apuntan a que la pérdida de empleo está afectando con mayor intensidad a los trabajadores extranjeros que a los nacionales.
Recientemente, un estudio publicado por Addeco reveló que la juventud española comenzó a emigrar a países como Chequia y Francia por culpa de la crisis. Por primera vez en 10 años, el saldo migratorio fue negativo en 2011, según datos del INE, ya que llegaron 417.523 personas a España frente a las 507.740 que abandonaron el país. El perfil del demandante español de empleo en el extranjero es actualmente el de un joven de entre 25 y 35 años, altamente cualificado y sin cargas familiares, proveniente de las ramas de ingeniería, arquitectura o informática.
Y es que la situación económica de España invita a irse del país a aquellos que no tienen trabajo y sus circunstancias se lo permiten y a no venir a aquellos que antes vieron aquí una tierra de oportunidades. Eso sí: los que vienen a delinquir a España -aunque solo sea una vez-, que los coja la policía o la guardia civil y no vuelvan a entrar en España. Aunque para eso habrá que cambiar algunas leyes, ¿verdad, señor Fernández Díaz?
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
Del total de extranjeros afiliados (1.690.728), seis de cada diez (1.054.973) procedían de países no comunitarios, el resto (635.755) de países miembros de la UE.
La mejora de la afiliación se aprecia en todos los Regímenes, excepto en el del Hogar, que está en fase de extinción (el uno de julio acaba el plazo para que estos trabajadores se encuadren en el Sistema Especial dentro del Régimen General) y destaca el aumento en el Régimen Especial del Mar, animado por la campaña pesquera de la anchoa, que crece el 8,95%, con 395 afiliados nuevos. Asimismo el colectivo autónomo se anota una mejora del 0,94%, al incorporar 1.946 afiliados más.
Sin embargo, en términos anuales, la afiliación de personas de procedencia extranjera continúa en negativo: un descenso del -4,88%, frente al -2,82% del conjunto del Sistema. Como en los meses anteriores, ambos indicadores apuntan a que la pérdida de empleo está afectando con mayor intensidad a los trabajadores extranjeros que a los nacionales.
Recientemente, un estudio publicado por Addeco reveló que la juventud española comenzó a emigrar a países como Chequia y Francia por culpa de la crisis. Por primera vez en 10 años, el saldo migratorio fue negativo en 2011, según datos del INE, ya que llegaron 417.523 personas a España frente a las 507.740 que abandonaron el país. El perfil del demandante español de empleo en el extranjero es actualmente el de un joven de entre 25 y 35 años, altamente cualificado y sin cargas familiares, proveniente de las ramas de ingeniería, arquitectura o informática.
Y es que la situación económica de España invita a irse del país a aquellos que no tienen trabajo y sus circunstancias se lo permiten y a no venir a aquellos que antes vieron aquí una tierra de oportunidades. Eso sí: los que vienen a delinquir a España -aunque solo sea una vez-, que los coja la policía o la guardia civil y no vuelvan a entrar en España. Aunque para eso habrá que cambiar algunas leyes, ¿verdad, señor Fernández Díaz?
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com