Conte señaló que Iberia asume ahora nuevos retos en su plan director 2006-2008, entre los que se encuentran la necesidad de competir en los distintos mercados con los costes adecuados, el incremento de la productividad y la reducción de los costes laborales. Sobre este último punto, la compañía insiste en que este año las retribuciones salariales irán necesariamente ligadas a los resultados de la empresa. El presidente de Iberia ha anunciado también la presentación de un proyecto para congelar las retribuciones del consejo de de administración y de la compañía.
Frente a la creación de compañías de bajo coste, diseñadas para captar un mayor número de clientes ofreciendo precios inferiores al resto de las compañías, Iberia tiene previsto concentrar buena parte de sus esfuerzos en competir por los clientes de mayor poder adquisitivo ofreciendo un producto business class, para lo cual las aerolíneas de bandera española invertirán 100 millones de euros.
En un momento de fragmentación del sector de las aerolíneas, Conte apuesta por la concentración y se ha mostrado satisfecho de la cooperación entre British Airways e Iberia.