Ocurrió en 1994, Conferencia Internacional sobre población de El Cairo. Primer intento del NOM para imponer el aborto obligatorio en el mundo.
Luchan el ecologista, y también abortista, vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, y el Vaticano, representado por el jefe de prensa de Juan Pablo II, a la sazón el español Joaquín Navarro Valls.
Al Gore insiste en que Estados Unidos no promociona el aborto en el mundo. Entonces, nadie se atrevía a hablar del asesinato del no nacido como un 'derecho' de la mujer.
Quico Navarro, un hombre moderado, decide hablar claro: "El presidente de los Estados Unidos miente".
Porque mentía. Estados Unidos, bajo Bill Clinton, cambia el 'paradigma' (¡Qué concepto más hortera!) y pasa de solicitar el aborto en casos extremos a exigir el aborto obligatorio. Y si no, no eres un país aceptado en el universo democrático.
Gore siempre fue el segundón del matrimonio Bill y Hillary Clinton (en la imagen) (ya saben dos por el precio de uno), dos progres del 68 que al final han terminado donde acaban todos los progres: en el homicidio. El Nuevo Orden Mundial (NOM) siempre empieza pidiendo que se abra la puerta al abortito por razones humanitarias y acaba en el portazo del abortazo, regodeándose en el sacrificio del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos.
En cualquier caso, si quieren saber cómo es en realidad una persona, basta que le pregunten por la vida. Nunca falla.
Las pruebas. Lo cuenta 'Friday Fax', un boletín provida muy documentado. Hillary Clinton, aspirante demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos, pidió en Naciones Unidas el "derecho internacional al aborto". O sea, que matar es un derecho humano y, encima, tiene que ser internacional. De aquí a que la ONU castigue a todo país que defienda la vida sólo hay un paso. Del derecho al aborto, la humanidad está pasando al derecho al homicidio. Esto marcha. ¿Y cuál será el siguiente paso Seguramente el infanticidio. Al tiempo. Si haber alumbrado un bebé provoca peligro para la salud física o psíquica de la madre...
¿Y esta puede ser la primera mujer presenta de la primera potencia mundial
Insisto: y también quería un negro en la Casa Blanca, pero no al abortero Obama. Ahora, también quisiera una mujer en la Casa Blanca, pero no a la abortera Hillary.
Recordémoslo para el Día Internacional por la Vida.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com