El concierto del genial Rostropovich, violonchelista ruso hoy director de orquesta, amigo personal de SM la Reina Sofía presentaba todo un acontecimiento en el Auditorio de Madrid. El alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón y su esposa esperaban la llegada de su majestad, acompañados por Paloma OShea, esposa de Emilio Botín.
Pero su Majestad no llegaba y Rostropovich salió a escena puntual. Así que todos ocuparon sus butacas y dejaron libre media docena de puestos en primera fila para la egregia invitada.
Su Majestad continuaba sin venir y así llegó el descanso. Todos se convencieron de que alguna cuestión de Estado había retenido a la Reina y no le dieron más importancia.
Bueno sí, hubo alguien que se la dio, porque cuando comenzó la segunda parte, qué cosas, el alcalde y su esposa también habían hecho mutis, y no precisamente por el foro, sino hacia los espacios abiertos del foro capitalino.
Y es que no es lo mismo Rostropovich con doña Sofía que sin doña Sofía.
Y eso que el alcalde presume de melómano, y afirma poseer una discoteca con más de 7.000 trabajos. Quizás, entre ellos, alguno de Rostropovich.