Definitivamente, el presidente del BBVA, Francisco González, empieza a estar harto de la BNL. En plena OPA sobre la BNL, durará hasta el día 22 de julio, FG recuerda que en Italia no se acaba el mundo. En la mañana del miércoles, y con motivo de su paso por el tradicional curso de la Menéndez Pelayo para periodistas económicos, el presidente del BBVA quiso ratificar su continuidad en el cargo independientemente del éxito de la campaña trasalpina. Es más, anunció que regresaba de un periplo por Asia e Iberoamérica y no saben ustedes lo que cambia el mundo en seis meses. De hecho, destacó especialmente que el sudeste asiático es la zona del mundo que está plantando cara en crecimiento a las tres áreas básicas de la OCDE o mundo rico : Europa, Estados Unidos y Japón.
Es más, el hombre que advertía al entonces copresidente Emilio Ybarra, que México era un país imposible, considera ahora reseñable que en Iberoamérica trabajan el doble de personas para BBVA que en España. Y desde México, FG anuncia que la tierra de promisión está en Estados Unidos y sus 40 millones de hispanohablantes, la comunidad que más crece, tanto desde el punto de vista demográfico como en participación económica.
Lo cierto es que, como ya hemos informado en Hispanidad, FG se teme un fracaso en Italia y se está curando en salud. La oposición de las autoridades italianas así como del Contrapacto, apuntan al deseo inefable de FG de que alguien lance una oferta mejor, una contraopa, y, desde luego, no parece que vaya a hacerlo el Contrapacto de Franceco Caltagiorne. Desde luego, a lo que no está dispuesto FG, y mucho menos su consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, es a ocupar la BNL en una situación de control no mayoritario y tratar de revitalizar un banco moribundo con el pestiño de una oposición interna montaraz. Así que cualquier salida honrosa, y con plusvalía, sería bien aceptada.
Eso sí, FG asegura que las fusiones bancarias en Europa son una realidad imparable. El asunto, por tanto, no es estructural, sino absolutamente personal y coyuntural. En otras palabras, lo que FG teme es que, si fracasa la operación BNL, precisamente porque las fusiones en Europa son imparables, pase de opador a opado. Y también teme que el Gobierno, de fracasar su salto inorgánico hacia delante , considere que el BBVA bien puede ser una moneda de cambio frente a otros Gobiernos europeos, sea en el sector bancario o en cualquier otro segmento industrial estratégico. A fin de cuentas, el Gobierno Zapatero ha acogido con entusiasmo, pueril entusiasmo, la doctrina Rato : hay que proteger la primera compañía, la líder de cada sector: y el líder del sector bancario español es el Santander de Emilio Botín.
Además, Zapatero tiene algo de masoquista, y a pesar de los feos de Botín, el gran vendedor de industrias clave, el cántabro le agrada mucho más que FG, a quien considera un empresario del PP perfectamente suprimible.