Una de las claves del plan de salvamento de Grecia es la participación privada. El secretario de Estado sale al paso con la siguiente afirmación. En primer lugar, no se trata de que las entidades privadas participen en los 110.000 millones aprobados, sino de que no vendan sus papeles de deuda a los Estados. Es decir, que no haya un cambio de deuda privada por deuda pública. Si fuera así, haríamos un pan con unas tortas porque el papel griego en manos de bancos franceses, alemanes y portugueses, principalmente, es superior a los 110.000 millones de euros. La segunda parte es que el plan es voluntario. Voluntario, pero highly recomended. O sea, que no. El que se mueva no sale en la foto, precisamente porque lo que necesita Grecia es dinero nuevo y fresco, no intercambio de papeles.
Andrés Velázquez
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