Recuerdo que en una huelga general pierden todos: trabajadores, empresarios y administraciones.
Después de ver algunos sondeos sobre el posible seguimiento (casi el 70% la rechaza), aumenta la sensación de que las centrales sindicales sólo se representan a sí mismas.
No salieron a la calle cuando la política del anterior gobierno era incapaz de frenar el aumento del desempleo y convocaron un paro con sordina en la anterior reforma laboral, parece que Zapatero se dejaba querer y ya sabemos cómo pagaba ese cariño.
Ahora que pierden poder en la negociación de los convenios colectivos, sacan toda la artillería. España está en momento muy delicado, requiere un ejercicio de responsabilidad por parte de todos. También de los sindicatos que, por desgracia, siguen pensando con viejos esquemas.
Siguen viviendo en el siglo XXI con esquemas del XIX.
José Morales Martín
