Muy interesante el artículo publicado en el día de hoy por el diario Washington Post que, sin duda alguna, va a levantar suspicacias tanto en el bando demócrata como en el republicano. En la citada crónica, se analiza el estilo de vida de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama y Mitt Romney. A pesar de que, en principio, ambos representan a los dos grandes espectros ideológicos enfrentados en Estados Unidos, de acuerdo al modo de vida en el que ambos candidatos han crecido, parece que no existen tantas diferencias entre ellos como muchos creen.
El hecho de que ambos estudiasen en la prestigiosa Universidad de Harvard -Obama estudió derecho allí y Romney derecho y empresariales- no es sólo una coincidencia, ya que lo que une a ambos candidatos es su 'elitismo' tal y como se explica en el citado artículo. Es curioso que cada uno de los candidatos representa a la perfección a uno de los dos grandes grupos elitistas de la nación, que tienen en común la lejanía con el ciudadano de a pie.
En este sentido, el presidente Obama, es el prototipo del llamado 'elitismo liberal' en Estados Unidos, caracterizado por su corte filantrópico, por su procedencia de las grandes ciudades como Nueva York o Boston, por haber estudiado en las prestigiosas universidades de la Costa Este –el llamado 'Ivy League'- y que, incluso cuentan con lugares exclusivos de veraneo como la lujosa isla de Martha's Vineyard –cuna de los millonarios progresistas de Estados Unidos, por donde han veraneado desde la familia Kennedy hasta los Obama- . Estos elitistas conocidos coloquialmente en EEUU como 'snobs' fueron definidos de manera excelente por el senador estadounidense, Rand Paul, quien les consideró como 'gente que siempre cree saber lo que es mejor para el ciudadano de a pie y trata de imponérselo, le guste o no'.
La vida de Obama no es más que el reflejo de una persona modélica para la élite progresista norteamericana, tanto que incluso, llegó a escribir su primera autobiografía con tan sólo 34 años –lo que resulta sorprendente ya que aún no ostentaba ningún cargo público- y que, durante su campaña, siempre acude a recaudaciones de fondos en los exclusivos Hamptons de Nueva York.
Por su parte, Romney pertenece a la llamada 'élite global' o élite financiera, caracterizada por la procedencia de familias de empresarios adinerados –hay que recordar que el padre de Romney fue consejero delegado de General Motors, además de gobernador de Michigan- , cuyos vástagos suelen dedicarse al ámbito de las finanzas o de las grandes empresas, caso de Romney quien, pocos años después de graduarse en Harvard, fundó la compañía Bain Company, una de las mayores empresas de capital riesgo y consultoría de negocios del planeta.
Parece ser que ninguno de los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, ni el actual presidente ni su opositor republicano, parecen el prototipo de candidato que se asemeja y conecta con el llamado 'americano medio'.
El candidato demócrata tiene la ventaja de ser de origen afroamericano, lo que puede mitigar las críticas por su modo de vida elitista, no obstante, parece que al candidato republicano le va a costar mucho quitarse esa imagen de 'hombre rico' que suele complicar las posibilidades de los candidatos de cara a las elecciones.
Gabriel López
gabriel@hispanidad.com