La popularidad del presidente se encuentra en mínimos desde que llegó a la Casa Blanca. A pesar de que quedan catorce meses para las elecciones, los candidatos republicanos le comen terreno.
Como viene siendo habitual en las últimas semanas, la popularidad del actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, continúa cayendo en picado. Este martes, la aprobación del líder afroamericano volvió a descender alcanzando el punto más bajo de la legislatura ya que tal y como informa la agencia Gallup, la popularidad del presidente descendió al 38%.
También en la jornada precedente, un nuevo estudio confirmaba la tendencia que se viene imponiendo en los últimos meses, que es que los candidatos republicanos cada se acercan más al presidente de los Estados Unidos. En este sentido es preciso exponer la situación de cada candidato republicano en las elecciones primarias.
Sin duda alguna, el candidato mejor situado del partido de Lincoln es el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, quien hoy por hoy vencería a Obama en unos comicios presidenciales ya que goza de dos puntos de ventaja entre el censo de votantes registrados sobre el actual inquilino del Despacho Oval. Romney es, sin duda alguna, el candidato republicano más preparado ya que goza de una gran experiencia empresarial así como ejecutiva que le avala de cara a su campaña. Es también el candidato republicano con mayor capacidad de gestión económica y fiscal y con mayor carisma. Sus únicos puntos débiles son en primer lugar, su religión, ya que Romney es mormón -confesión religiosa que goza de considerable marginación en Estados Unidos- y que, durante su época de gobernador de Massachusetts promulgó una reforma sanitaria en el Estado muy similar a la aprobada por la administración Obama en el año 2010 y este aspecto es ciertamente controvertido ya que la reforma sanitaria fue el principal blanco de críticas hacia el presidente Obama en la primera mitad de la legislatura y, por este motivo, el líder republicano está siendo muy criticado por los sectores más conservadores del Partido Republicano, en especial, por los seguidores del 'Tea Party'.
También se encuentra bien situado el gobernador de Texas, Rick Perry, que, según el estudio precedente hoy por hoy empataría en unos comicios con el presidente afroamericano. Entre sus puntos fuertes, Perry goza al igual que Romney de una gran experiencia ejecutiva ya que lleva siendo gobernador de Texas desde el año 2000 donde sus políticas laborales han logrado establecer un nivel de desempleo muy inferior al de la media nacional. Perry también goza del apoyo de los llamados conservadores sociales del partido -contrarios al aborto, al matrimonio homosexual y favorables a la oración en las escuelas públicas- que conformar la llamada 'derecha cristiana' del partido y que son uno de los colectivos más importantes del mismo. No obstante, entre los puntos débiles del tejano sobresale especialmente el hecho de que fue el sucesor al frente del ejecutivo tejano del denigrado presidente, George W. Bush, así como uno de sus principales colaboradores del mismo en el pasado.
Después del tándem Romney-Perry -que son los candidatos con más posibilidades de alzarse con la victoria en las primarias republicanas- se sitúa tras ellos el veterano congresista tejano, Ron Paul, quien lleva más de una década en el Congreso, y que hoy por hoy, perdería por tan sólo un punto respecto a Obama. Paul es un candidato muy peculiar ya que se inserta dentro del marginal sector 'liberal' del Partido Republicano, es favorable a la retirada de las tropas estadounidenses de todos los contingentes extranjeros y además, goza de una excelente popularidad entre numerosos grupos juveniles republicanos. Sin embargo, el tejano es un candidato cuyos puntos débiles son demasiado evidentes. En primer lugar, su avanzada edad -ya que cuenta con 75 años-, su falta de experiencia ejecutiva y, en general, su falta de carisma y credibilidad dentro del electorado.
A considerable distancia del actual presidente -que le supera en más de cuatro puntos- se sitúa la congresista por el Estado de Minnesota, Michelle Bachmann, quien en los últimos meses y debido a la indecisión de la exgobernadora de Alaska, Sarah Palin, con respecto a presentar o no su campaña a las presidenciales, se ha convertido en la abanderada de la plataforma conservadora del 'Tea Party'. Bachmann tiene un discurso ardientemente patriótico, favorable a la reducción del papel del Gobierno federal y de un marcado carácter populista. La congresista es también muy popular entre la derecha religiosa del partido ya que es una firme opositora al aborto y el principal baluarte de los grupos evangélicos del partido de Lincoln. Sin embargo, Bachmann goza de grandes lagunas que le impiden posicionarse como una firme candidata, ya que -a diferencia de otros candidatos como Romney o Perry- carece de experiencia ejecutiva alguna y, además, sus conocimientos en materia económica y fiscal son considerablemente escasos, lo cual resulta muy negativo de cara a su campaña puesto que, sin duda alguna, la economía y el empleo serán los factores determinantes en las elecciones del año 2012.
A la espera de candidatos de última hora, como podrían ser los exgobernadores de Alaska y Nueva York, Sarah Palin y George Pataki, las tendencias parecen indicar que dentro de unos meses la carrera republicana a la presidencia será un bis a bis entre Mitt Romney y Rick Perry.
Gabriel López
gabriel@hispanidad.com