Para vengar la muerte de negros por policías blancos, un negro mata a dos policías, uno hispano y el otro chino. ¿Lo cogen, no Pero tranquilos, Barack Obama, presidente de EEUU, ya ha condenado al atentado.

Lo que demuestra que el racismo, como tantas otras actitudes anticristianas, es un pecado que siempre termina en idiocia.

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