Decíamos ayer que el ex director del FMI y futuro presidente de Caja Madrid exigía tomar posesión del cargo el 1 de enero. El hecho de que en la mañana del jueves la juez Inmaculada Vacas haya desbloqueado el proceso de renovación parecía alentar la exigencia de Rato y de su duro negociador, José Manuel Fernández Norniella.
Pero hay más problemas. A pesar de haberse solucionado la zancadilla judicial que iniciara el alcalde Gallardón con el único y noble propósito de fastidiar a Esperanza Aguirre, el PSOE continúa exigiendo las tres condiciones de las que hemos venido informando: que Rato se comprometa a no emitir cuotas participativas, entrar en la Comisión Ejecutiva y una Vicepresidencia. Se da la circunstancia de que Norniella ya le ha prometido a IU-CCOO la Vicepresidencia que ahora ostenta, junto a la del PP y crear una tercera dilataría el proceso, lo que más teme el dúo Rato-Norniella. Solución: lo mejor es mantener el actual pacto PP-CCOO y que el PSOE continúe en la oposición.
Desde luego no es el Pacto de Estabilidad que se pretendía y el PSOE se lanzará a la yugular pero Rato será presidente.