- El empresario que hundió la inmobiliaria Astroc no ha conseguido los inversores que prometió para el proyecto.
- Pero tampoco la Generalitat ha hecho los deberes. Más atenta al proceso soberanista, no ha elaborado el plan urbanístico.
- Y esa era precisamente una de las reclamaciones para atraer capital.
- Con todo, la Generalitat insiste en que el proyecto, la 'alternativa catalana' al frustrado Eurovegas de Madrid, sigue adelante.
Unos por otros la casa sin barrer. Es lo que está pasando con Barcelona World, la 'gran alternativa catalana' al frustrado y frustrante Eurovegas de Madrid, aunque por razones muy distintas. En Madrid, el proyecto corría a cargo del magnate americano Sheldon Adelson, que exigía un regalo fiscal de tal calibre que Rajoy dijo basta. En Cataluña, el protagonismo se lo reparten, a partes iguales y con igual ineficacia, la Generalitat de Artur Mas (en la imagen) y el empresario Enrique Bañuelos, el mismo que protagonizó la sonora quiebra de la inmobiliaria Astroc.
La historia es la siguiente. Bañuelos nunca pone un euro, pero se comprometió a buscar inversores para el del macrocomplejo de ocio. El lugar elegido, los terrenos próximos al parque Port Aventura (entre Vila-Seca y Salou, Tarragona) que son propiedad de La Caixa. Pero finalmente los inversores no han llegado porque la Generalitat -paralizada para todo lo que no sea el proceso soberanista- tampoco ha hecho algo esencial: el plan urbanístico necesario para que el proyecto pueda seguir adelante.
Lo dicho: unos por otros la casa sin barrer. El plazo para comprar los terrenos expira en la noche del miércoles, 10, pero Veremonte, la sociedad de Bañuelos, ya ha dicho que no va a ejecutar la operación, alegando precisamente la falta de concreción del plan urbanístico. Según Bañuelos, los inversores asiáticos y los propietarios de Hard Rock no están dispuestos a seguir adelante porque el proyecto carece de seguridad jurídica.
Ahora bien, el proyecto sigue. Eso es lo que dicen todos. En primer lugar, la sociedad de Bañuelos, que no descarta adquirir los terrenos más adelante. En segundo lugar, la Generalitat. Es lo que ha asegurado al menos el consejero de Empresa, Felip Puig. Sea cual sea el resultado final, con o sin Veremonte, asegura que el Govern seguirá "apostando" por el proyecto y en los mismos terrenos. Según Puig, se trata de una iniciativa que "tiene recorrido porque hay inversores y operadores interesados".
Rafael Esparza
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