Han comenzado las rebajas. La última esperanza para el comercio, que en el sector minorista acumula ya 35 meses de descensos consecutivos.
La crisis, el desempleo, el recorte de la paga de los funcionarios, la inestabilidad económica no son precisamente factores de motivación para comprar en rebajas. Y, sin embargo, los comerciantes siguen poniendo sus esperanzas en ellas. Si antaño sólo se adquiría en temporada de saldos un 25% de los artículos de consumo, ahora este porcentaje ha crecido hasta el 40%. El porcentaje sube hasta el 75% en el sector textil, que no vive, precisamente sus mejores momentos.
El mal tiempo ha sido desastroso para el sector textil en primavera. La inestabilidad climatológica ha provocado que muchos españoles hayan decidido deliberadamente, al margen de los descuentos, posponer sus compras a las rebajas, por mero sentido común, y de ahí las grandes esperanzas del sector en esta temporada.
La nueva legislación, aprobada en el Consejo de Ministros el 13 de julio de 2012, permitía adelantar la fecha de las rebajas, y también introducía algunos cambios que pueden beneficiar a los comerciantes. Así, se ampliaba la amplía la cantidad de artículos que pueden incorporarse a la tienda durante las rebajas, ya que pueden comercializarse los que han figurado en el stock de la tienda en cualquier momento, y no sólo hasta un mes antes de las rebajas.
También se modifica el concepto de las promociones, permitiendo realizarlas en cualquier momento e incorporar artículos destinados única y exclusivamente a ellas. La medida fue acompañada de la liberalización de horarios comerciales, que, visto lo visto, no han servido, ni mucho menos para mejorar las ventas, y sí para empeorar las condiciones de trabajo de los empleados y propietarios de pequeños comercios.
Sara Olivo
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