Sr. Director:
Leo una carta firmada por Isabel Costa, que dice: Hoy en día, los jóvenes están continuamente hostigados desde los medios de comunicación y desde las propias escuelas, diciéndoles que usando preservativos, evitarán los embarazos no deseados y que tampoco se contagiarán del virus del SIDA y otras enfermedades venéreas.

 

Las campañas de salud basadas en la distribución de preservativos para evitar el SIDA, inducen a engaño porque ocultan información y no colaboran a la prevención, sino a una mayor difusión de las conductas de riesgo, ya que implican que las autoridades sanitarias están dando su visto bueno a las conductas y estilos de vida que son responsables de la epidemia.

Confirmando los datos que la señora Costa señala, recuerdo que el Dr. Roland, Director de la prestigiosa revista científica Rubber Chemistry and Technology en el diario Washington Times hace unos años, decía: ¿saben que el virus causante del SIDA es hasta 50 veces más pequeño que los poros del preservativo?

Y por otra parte, el Profesor Jerome Lejeune, miembro de la Academia Francesa de Medicina, se preguntaba: ¿cómo se puede sostener que un preservativo, que deja pasar un espermatozoide, no deje pasar un virus que es 500 veces más pequeño?

Si se prohíbe fumar porque es perjudicial para la salud, ¿por qué nuestras autoridades sanitarias y académicas no tienen en cuenta esta realidad? ¿Será por ideología? ¿Será porque el condón es un negocio empresarial y llega también a los bolsillos de otros?

Nieves Jiménez