Se permite reiterar la doctrina Pepiño: la existencia de un complot financiero contra España
Cristina Narbona fue ministra de Medio Ambiente. Pasó sin pena ni gloria, salvo haber puesto en solfa el famoso trasvase. Pues bien, cuando Zapatero renunció a ella, la colocó como embajadora de España ante la OCDE. Un puesto clave para quien ni siquiera habla inglés, denuncian fuentes diplomáticas. Este lunes se permite reiterar desde las páginas del Cinco Días la doctrina Pepiño: la supuesta existencia de un complot de las finanzas internacionales contra la economía española. Puede que haya cierta manía anglosajona hacia España. Pero nuestra economía también ha dado razones: el crecimiento del gasto público y por ende del endeudamiento- ha sido absolutamente descomunal. Y de esto, Narbona, ni un ápice de autocrítica.