La oposición considera que se está vulnerando la Carta Magna boliviana y apelará a la OEALo del socialista del Siglo XXI Evo Morales no tiene desperdicio. Después de que el Tribunal Constitucional boliviano -controlado por él- le permitiese presentarse por tercera vez a la Presidencia, sólo faltaba el último paso: que su Gobierno, o sea, él mismo, lo refrendase con una ley. Y es lo que ha hecho.
El Gobierno de Bolivia acaba de promulgar una ley que permitirá al presidente Evo Morales presentarse a las elecciones para buscar un tercer mandato que le convertiría, de ser elegido, en el presidente que más tiempo ha gobernado el país andino.
Recordemos que Morales, primer presidente indígena de Bolivia, inició su primer mandato en enero de 2006 tras ser elegido con el 53,7% de los votos, y revalidó la presidencia en 2010 con un 64 % de apoyo en las urnas. Pero, según el dictamen del Constitucional, el primer mandato no cuenta, al ser anterior a la refundación del país como Estado Plurinacional en 2009. Vamos, un arreglito del Constitucional para permitirle volver a presentarse.
Por su parte, la oposición considera que se está vulnerando la Carta Magna boliviana porque, a su juicio, recoge que el presidente y vicepresidente sólo podrán ser reelegidos consecutivamente para un segundo mandato, y que para ese cómputo contarán los gobiernos anteriores a la vigencia de la nueva Constitución.
Por este motivo, la oposición considera que el TC ha emitido un informe contrario al texto constitucional, y anunció medidas legales, entre ellas una apelación a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que examine la situación en Bolivia.
Y es que, si un dirigente hispanoamericano es socialista del Siglo XXI, todo le está permitido por sus colegas igualmente socialistas del Siglo XXI. Pero si un país, como Paraguay, derroca a su presidente izquierdista con arreglo a su Constitución (Federico Franco llegó al poder, tras una moción de censura a Fernando Lugo), es acusado de golpe de Estado por el eje bolivariano. Es el doble rasero del indigenismo-bolivarianismo-socialismo Siglo XXI.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
El Gobierno de Bolivia acaba de promulgar una ley que permitirá al presidente Evo Morales presentarse a las elecciones para buscar un tercer mandato que le convertiría, de ser elegido, en el presidente que más tiempo ha gobernado el país andino.
Recordemos que Morales, primer presidente indígena de Bolivia, inició su primer mandato en enero de 2006 tras ser elegido con el 53,7% de los votos, y revalidó la presidencia en 2010 con un 64 % de apoyo en las urnas. Pero, según el dictamen del Constitucional, el primer mandato no cuenta, al ser anterior a la refundación del país como Estado Plurinacional en 2009. Vamos, un arreglito del Constitucional para permitirle volver a presentarse.
Por su parte, la oposición considera que se está vulnerando la Carta Magna boliviana porque, a su juicio, recoge que el presidente y vicepresidente sólo podrán ser reelegidos consecutivamente para un segundo mandato, y que para ese cómputo contarán los gobiernos anteriores a la vigencia de la nueva Constitución.
Por este motivo, la oposición considera que el TC ha emitido un informe contrario al texto constitucional, y anunció medidas legales, entre ellas una apelación a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que examine la situación en Bolivia.
Y es que, si un dirigente hispanoamericano es socialista del Siglo XXI, todo le está permitido por sus colegas igualmente socialistas del Siglo XXI. Pero si un país, como Paraguay, derroca a su presidente izquierdista con arreglo a su Constitución (Federico Franco llegó al poder, tras una moción de censura a Fernando Lugo), es acusado de golpe de Estado por el eje bolivariano. Es el doble rasero del indigenismo-bolivarianismo-socialismo Siglo XXI.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com