- El 5% de Iberdrola es lo más fácil de colocar pero se espera a que repunte la cotización.
- Y lo más grave el problema de INDRA para cuyo 20% no hay ofertas.
- Además, INDRA sigue en reconversión.
- Y el 12% de IAG no termina nunca. Los pilotos en su línea y Vueling fagocitando a la matriz.
- Además, ni en el caso INDRA ni en IAG, el Gobierno aconseja calma.
- El resto puede esperar, y Mapfre más que ninguno.
Por el momento, la venta de participadas industriales de Bankia topa con demasiadas dificultades. Como ya hemos informado, la Troika insta a vender participadas. Para ser exactos, en cuanto su valor de mercado -en el caso de las cotizadas- supere el valor neto contable.
Pero esa no es la cuestión. El responsable de participadas de Bankia, Manuel Lagares Gómez-Abascal (en la imagen), está topando con más problemas de los previstos. Veamos, la participación más importante de grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri es el 5% que posee en Iberdrola. Su valor de mercado actual es de 1.200 millones de euros. Pero Goiri quiere que la cotización ascienda un poco más antes de vender. Hay bancos de inversión en cola para adquirir la participación o simplemente para colocarla.
Lo de INDRA e IAG es más complejo. El 12% de la aerolínea anglo-española resulta mucho más complejo. La reconversión de Iberia se ha visto enredada en un conflicto de grandes dimensiones que permanece activo porque el SEPLA continúa siendo el talón de Aquiles de la compañía. Los pilotos mantienen su actitud recalcitrante, una amenaza clara de cara al futuro.
Encima, Vueling, según información de Expansión, ha facturado más que la matriz -al menos todavía- Iberia. Que una filial fagocite a la matriz no ocurre todos los días. Europa presiona para la venta pero el Gobierno español pide calma.
INDRA, donde Bankia roza el 20% y es el primer accionista, aún resulta más complejo. En primer lugar porque la empresa que preside Javier Monzón necesita una segunda reconversión y porque los mercados están maltratando a la ingeniería española. Empezando por el final, digamos que Lagares no tiene aún oferta alguna por INDRA. Primeramente porque su exposición en España es grande (43%) y resulta que el Gobierno no paga y, además, es una empresa con contratos considerados estratégicos por el Ministerio de Defensa. Además, Monzón no consigue vender ni Europraxis ni otras empresas como MBO. Y la nueva adquisición en Brasil no acaba de dar sus frutos.
El resto puede esperar, especialmente Mapfre, llamada a constituir el negocio de banca-seguros del grupo Bankia. Lo mismo puede decirse de Deoleo, NH, etc., o necesitan años para su venta o están en procesos de reestrucuración. Pero las tres grandes sí preocupan. Y mucho.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com