- Por fin, la tormenta inmobiliaria queda atrás. Ha sido el mayor error del Grupo.
- El margen de intereses crece un 5,7%.
- Pero la mora sigue estando muy alta y ha exigido unas provisiones que castigan el beneficio.
- El Popular recupera cuota de mercado en pymes, el negocio más arriesgado, pero también el más rentable.
- El grupo, que preside Ángel Ron, continúa a la cabeza en eficiencia.
- El 'Popu' sigue demostrando que el tamaño solo sirve para conseguir ayudas públicas si el negocio no funciona.
El Grupo Banco Popular, cuyo ceo es Francisco Gómez (en la imagen), ha presentado sus resultados correspondientes al primer semestre de 2014. La consideración de que las entidades de gran tamaño pueden ser la solución a los problemas de gestión empresarial en sectores de actividad con bajos niveles de rentabilidad, ha instaurado en nuestra economía la denominada teoría de Too Big To Fail (TBTF).
Inicialmente desarrollada dentro del sector eléctrico, que ya empieza a suscitar problemas por los excesos de capacidad originados por políticas poco consecuentes desde un punto de vista económico, alcanza su plenitud en el sector financiero a lo largo de la presente crisis. La experiencia de los procesos de fusión de entidades de crédito de los años noventa, que derivó en un incremento de su eficiencia, ha justificado la creación de instituciones financieras demasiado grandes, instituciones que, en el caso de desarrollar desequilibrios patrimoniales por su actividad, que pudieran generar problemas económicos sistémicos, debían ser rescatadas obligatoriamente.
Esta eliminación del modelo de incentivos, en este caso negativo, traslada los problemas de gestión empresarial a las entidades de mediano tamaño, como es el caso del Banco Popular, que en la mañana del miércoles presentaba sus resultados semestrales. Una entidad mediana, con una elevada eficiencia, derivada de una política de control de costes y riesgos, que se ha visto inmersa a lo largo de estos años en problemas derivados del negocio inmobiliario.
En este sentido, las estimaciones de consenso consideraban que la entidad alcanzaría un resultado semestral de 130 millones de euros, con lo que habría conseguido reducir el ritmo de caída de su beneficio, que en marzo retrocedía de manera significativa. Todo ello a costa de controlar la reducción del margen de intereses, afectado especialmente por el entorno de bajos tipos de interés y baja actividad. Una previsible recuperación de las comisiones en el último trimestre y la mejora de resultados por operaciones financieras debían invitar a la entidad a mantener su resultado bruto. La principal preocupación sobre la morosidad, ligeramente controlada en el primer trimestre, así como el ROE - situado en marzo en el 2%- o la venta de bienes adjudicados, creaba un entorno de expectativas especialmente interesante sobre el comportamiento de la entidad durante el primer semestre.
Dichas expectativas parecen haber quedado adecuadamente satisfechas. El resultado presentado por el Banco Popular en el primer semestre baja hasta los 128,5 millones de euros, un 24,6% menos, aumentando, no obstante, la totalidad de márgenes respecto al primer trimestre. El margen de intereses se incrementó un 5,7% respecto al primer trimestre, derivado fundamentalmente del menor coste de los depósitos, concentrado en la actividad recurrente del negocio minorista, tanto en lo referido al stock existente como a la nueva producción. Por su parte, el margen bruto aumenta un 33,4% respecto al trimestre anterior, con un buen comportamiento del ROF, un descenso en las comisiones del 4,8% y una aportación de 96 millones de euros, consecuencia de la venta de derechos económicos asociados a la cartera de determinados productos de previsión. En términos interanuales, los márgenes, salvo el de intereses, que disminuyó un 8,6%, han aumentado un 18,4% el bruto y un 28,6% el de explotación.
Este comportamiento positivo no se ha trasladado al resultado final, como consecuencia especialmente del aumento de las provisiones para deterioro de créditos en más de un 90%, hasta los 943 millones, con un total semestral de 1.110 millones.
El ratio de mora continúa descendiendo y se reduce en unos exiguos 31 puntos básicos respecto al periodo anterior, situándose, no obstante, en un porcentaje ciertamente importante para el sector bancario: 13,97%. La venta de inmuebles alcanza los 599 millones de euros, un 139% más que durante el primer semestre de 2013, lo que invita a pensar en una mejor coyuntura económica para facilitar la eliminación del 'stock' inmobiliario acumulado en el balance de las entidades de crédito.
A efectos de negocio, el crédito a la clientela aumenta en 1.540 millones en el semestre, un 1,4% más que al cierre del ejercicio anterior, crédito en el que presenta una importante presencia las líneas ICO. El saldo total de crédito a pymes asciende a 31.462 millones, lo que supone un aumento del 6,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, los depósitos han aumentado en un 1,7% en los primeros seis meses y 3,6% en tasa anual. Durante los seis primeros meses del año, el Popular ha captado 35.194 clientes pymes y autónomos nuevos.
Finalmente, su ratio de eficiencia mejora sustancialmente en más de diez puntos porcentuales respecto al primer trimestre elevando su cifra al 33,9%, manteniendo, a efectos de solvencia un capital principal del 11,38% con una elevada liquidez.
En definitiva, un comportamiento razonable en un entorno aún convulso, con expectativas positivas pero con importantes desequilibrios macroeconómicos. Por tanto, si me preguntan qué quiero ser de mayor, les diré que pequeño: seré más eficiente.
Rodrigo de Silos
rodrigo@hispanidad.com