El Alto Tribunal no emite su fallo ante la petición de suspensión cautelar
Máxima tensión informativa en la mañana de este lunes en el Tribunal Constitucional ante el fallo sobre la suspensión cautelar de la Ley Aído reclamada por el PP y por el Gobierno foral navarro. De momento no hay respuesta. No hay prisa ni criterio ni ganas de tenerlo. El problema es que cada minuto que pasa, la ley se consolida. Y el daño es irreparable. El argumento, es sencillo: la doctrina del TC señalaba que el 'nasciturus' es un bien jurídico protegible. Ergo no es posible que un bien jurídico protegible quede absolutamente desprotegido hasta la semana 14. Así de sencillo. Ahora sólo queda que el TC se comporte como un órgano jurídico y no político. Por seguridad jurídica, garantía democrática y estado de Derecho.
Por otra parte, en la mañana de este lunes -tal y como anunciamos- se ha presentado un recurso de inconstitucionalidad por la Asociación de discapacitados aragonés, Talita. Argumentan que cuando la ley afecta directamente, existe legitimidad para presentar un recurso de inconstitucionalidad. No se ha hecho nunca, pero el magistrado García Pelayo ha teorizado sobre el asunto. Así que al Alto Tribunal se le acumulan los problemas. Y ya es hora de que resuelva. Y se retrate.