Como en todas las manifestaciones, el 18-J ha generado una guerra de cifras. La delegación del Gobierno afirma que asistieron 166.000, mientras que los organizadores hablan de 1,5 millones. Mientras tanto, la Comunidad de Madrid apunta a la asistencia de 700.000. La policía municipal prefirió no pronunciarse: preferían no mojarse con las cifras porque siempre se interpretan en clave política.
Lo que no tiene sentido, como afirma el presidente del Foro Español de la Familia, José Gabaldón, es cifrar en 166.000 los asistentes cuando las televisiones cifran en medio millón los asistentes a las uvas de San Silvestre, y obviamente el 18-J había más gente que en la tradicional ingesta de uvas del 31 de diciembre.
Suponemos que la delegación del Gobierno sufre del efecto euro y traduce el millón de asistentes por 166.000 de los antiguos ciudadanos. Sí eso debe de ser.