• Las dos centrales acentúan su politización para mantener sus privilegios.
  • En víspera del 1 de mayo, los dos sindicatos firman un pacto de mutuo auxilio con Pérez Rubalcaba y Cayo Lara.
  • RTVE rebautiza el Día del Trabajo como Día de los Trabajadores: el Estado Servil ya está aquí.
  • Y la última generación de proletarios, la que ya ha cumplido 50 años, también.

Se han quitado la careta: Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, cuya actividad pública  se parece a la de Pili y Mili, siempre juntos y siempre interlocutores únicos de los trabajadores, han convertido la Fiesta del Trabajo en un mitin político. Y todo ello a pesar de su escasísima afiliación y pese a que su poder se cimienta sobre dos elementos básicos: el presupuesto público y los micrófonos de la prensa. Hay que reconocer que los dos sindicatos han asentado su duopolio sindical, siempre creciente, que no su influencia popular, siempre menguante. En verdad, UGT ha vuelto a ser el sindicato socialista y CCOO la central comunista, pegado el uno al PSOE y el otro al PCE, reconvertido hoy en Izquierda Unida, para ocultar el ominoso nombre de comunista.

Y con el Partido Popular en el poder ya no hace falta disimular. En el preámbulo de las manifestaciones del primero de mayo, Toxo y Méndez se entrevistaron con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y con el coordinador de Izquierda Unida, el comunista Cayo Lara. Rubalcaba, naturalmente, aseguró que cambiarían la reforma Laboral en cuanto llegaran al poder. A cambio, Méndez no dudó en felicitar a Rubalcaba, una forma de pedir el voto para el PSOE. Y hay que reconocer que, tras el varapalo electoral del 20-N, Rubalcaba cuenta con dos bazas para sobrevivir políticamente: los sindicatos y Radio televisión española.

Por cierto, curiosa que RTVE haya convertido la Fiesta del Trabajo en la Fiesta de los trabajadores. Que no es lo mismo, oiga, porque no se trata de resucitar la cuestión social, sino de la supervivencia de los dos sindicatos mayoritarios, que ni tan siquiera admiten otras centrales en cabeza de manifestación.

Y la nueva denominación mediática de fiesta de los trabajadores llega cuando el concepto de proletariado está tan moribundo como la prensa de papel. Y lo que es más importante: cuando el Estado Servil, compuesto por los siervos del Gobierno y por los siervos de los mercados financieros –servidumbres no excluyentes-, nos ha llevado a la crisis económica más pavorosa de toda la era moderna.   

Respecto a los discursos del 1 de mayo, al menos los de la marcha de Madrid... pues más de lo mismo. Más que reivindicaciones laborales fueron dos mítines políticos –especialmente el de Toxo-, dirigidos directamente a Mariano Rajoy. Definitivamente, UGT y CCOO han vuelto a ser el sindicato socialista y el sindicato comunista, respectivamente, correa  de trasmisión de las dos formaciones de izquierda. Ya no hacen sindicalismo, hacen política... política subvencionada. Morirán con la última generación de proletarios, que ya supera los 50 años.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com