- La embajadora de EEUU ante ONU, Nikki Haley asegura que seguirán las sanciones a Rusia hasta que no devuelve el control de Crimea, que es parte de Ucrania".
- Y el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spice, apunta a Israel: "La construcción de nuevos asentamientos más allá de sus actuales límites podría no ayudar" a la paz.
Parecía que el nuevo presidente de
EEUU Donald Trump quería mantener buenas relaciones con
Rusia. Pero no va a ser fácil. La actual ofensiva rusa en el este de
Ucrania ha supuesto el primer escollo en el acercamiento que buscaba la nueva administración.
De hecho, la embajadora estadounidense ante
Naciones Unidas, Nikki Haley, condenó este jueves las "agresiones" de Rusia contra Ucrania y prometió un fuerte apoyo a Kiev. En sus primeras declaraciones públicas ante el Consejo de Seguridad, Haley afirmó que las sanciones estadounidenses impuestas a Rusia tras la anexión de Crimea en 2014 seguirán en vigor hasta que Moscú devuelva la península a Ucrania, informa
DW.
"Queremos mejorar nuestras relaciones con Rusia; no obstante, la grave situación en el este de Ucrania exige una clara y fuerte condena de las acciones rusas", afirmó.
"Hasta que Rusia y los separatistas a los que apoya respeten la soberanía de Ucrania y su integridad territorial, la crisis continuará", dijo, añadiendo que "Crimea es parte de Ucrania: las sanciones al respecto continuarán hasta que Rusia devuelva el control sobre la península de Crimea".
Pero no solo ha corregido a Rusia la nueva Administración estadounidense. También a
Israel le ha dado 'un toque'.
Hasta ahora, el presidente Donald Trump había hecho una enérgica defensa de la construcción de los asentamientos de Israel en territorio palestino. Sin embargo, ayer, el portavoz de la
Casa Blanca Sean Spice, dijo: "Aunque no pensamos que la existencia de asentamientos sea un impedimento para la paz, la construcción de nuevos asentamientos o la expansión de los existentes más allá de sus actuales límites podría no ayudar", recoge también
DW.
El portavoz, sin embargo, aclaró que la administración no "tomó una posición oficial sobre los asentamientos".
Desde que Trump asumió el cargo, Israel ha reactivado la expansión de sus asentamientos en territorio reclamado por los palestinos. Recientemente ha anunciado los planes para construir 3.000 nuevas viviendas para colonos israelíes en el ocupado
West Bank, el cuarto anuncio en las menos de dos semanas que lleva Trump en el cargo. Los más críticos afirman que estas construcciones imposibilitan la solución de los dos estados.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com