- Así lo ve el presidente de la Federación One of Us, el exeurodiputado y exministro Jaime Mayor Oreja.
- Y es que a partir de ahí, "se abrieron las puertas a imponer la ideología de género, los vientres de alquiler…".
- Aborto, "un crimen infame que mata a más de un millón de niños en Europa", según María San Gil.
- "Cuantos más abortos y más anticonceptivos, más relaciones rotas, más infecciones, más destrucción, más amargura", añade el médico John Bruchalski.
- La exdiputada del Parlamento Vasco advierte de la "estrategia que quiere terminar con los principios de la cultura cristiana".
- Mientras, Ignacio Arsuaga insiste en que "las leyes de adoctrinamiento de género en España lesionan los derechos de los niños".
Los últimos días, Budapest se ha convertido en capital mundial provida y profamilia, al acoger cuatro actividades a favor de la vida, la familia y la maternidad: el II Foro Europeo One of Us, eI Foro Demográfico de Budapest, el Festival de la Familia y el XI Congreso Mundial de Familias de CitizenGO. Y esto no es baladí, dentro de "la crisis que vivimos desde que el aborto se hizo derecho", según afirmó Jaime Mayor Oreja, en la que Hungría destaca por sus políticas provida (aunque permite el aborto en las primeras 12 semanas y en algunos supuestos) y por defender el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, a pesar de las críticas de la Unión Europea y de Naciones Unidas. El exeurodiputado y exministro popular, que ahora preside la Federación One of Us, señaló que a partir de ahí "se abrieron las puertas a la imposición de la ideología de género, los vientres de alquiler y todas aquellas tendencias que atacan la persona y los valores del verdadero humanismo". Y en este contexto, no se puede olvidar el "status quo, el Nuevo Orden Mundial (NOM), la socialización del nihilismo y una reacción extrema y populista", mencionó en su discurso inaugural del II Foro Europeo One of Us, claro que también está la presión del LGTB... Al hilo del aborto, que cada vez en más países se reconoce como derecho a pesar de atentar contra el derecho más valioso de todos (la vida), María San Gil, exdiputada popular del Parlamento Vasco y miembro de la Fundación Valores y Sociedad, señaló que es "un crimen infame que mata a más de un millón de niños en Europa". Algo que sucede mientras el crecimiento vegetativo de la población es negativo: en el viejo continente ya mueren más personas de las que nacen, tristemente. "Cuantos más abortos y más anticonceptivos, más relaciones rotas, más infecciones, más destrucción, más amargura", subrayó el médico John Bruchalski, galardonado con el II Premio Europeo One of Us. Antes era abortista, pero tras escuchar al profesor Jérôme Lejeune a finales de los 80 cambió de ideas y ahora dirige uno de los centros más respetuosos con la vida de EEUU, el centro familiar Tepeyac. Además, se dirigió a los médicos que siguen practicando abortos: "Les preguntaría si creen que poner fin a una vida ayuda a la madre… si de verdad piensan que el aborto es la mejor respuesta". Y ojo, porque al hablar de aborto, San Gil advirtió de la "estrategia perfectamente definida que lo que quiere es terminar con los principios de la cultura cristiana". Y es que detrás está el NOM, que es ferozmente anticristiano. Paralelamente, en el XI Congreso Mundial de Familias, el presidente de Hazte Oír y CitizenGO, Ignacio Arsuaga, insistió en que "las leyes de adoctrinamiento de género en España lesionan los derechos de los niños". Como saben, sigue con su campaña del famoso autobús y a pesar de denuncias, amenazas y agresiones, añadió que no se rendirán porque "los niños son demasiado valiosos para que dejemos que experimenten con ellos". Cristina Martín cristina@hispanidad.com