En vísperas de vacaciones de Semana Santa, y ante el cierre perimetral de las comunidades, una buena opción puede ser llevar a los pequeños al cine (lugares que cuentan con medidas estrictas de seguridad), a esta propuesta de corte clásico que no contiene ninguna estridencia argumental. Junto con la divertida Los Croods 2, son las mejores ofertas familiares de la cartelera.

Regreso a la gran pantalla de dos estrellas del “cartoon” estadounidense: Tom y Jerry, dos personajes sobre los que no pasa el tiempo a pesar de que ya han cumplido más de 80 años de vida, puesto que los primeros cortometrajes datan del año 1940 y fueron escritos y dirigidos por los míticos William Hanna y Joseph Barbera.

En esta nueva incursión de Tom y Jerry, se repite el enfrentamiento clásico. El gato metepatas es contratado por una joven novata, que ha falseado su curriculum, para atrapar al ingenioso ratón que se ha instalado como “okupa” en un hotel de superlujo en la ciudad de los rascacielos. Este establecimiento, además, vive un momento señalado porque se encuentra preparando el evento social más importante del año en la ciudad de Nueva York: la boda de una pareja de “famosos”.

Como es habitual en las historietas que les dieron fama, toda la película se centra en los intentos frustrados de esa caza y todo el caos y destrucción que provocan sus movimientos que, al tener lugar en un lugar fastuoso como es un hotel, da mucho juego. Hay que recordar que las andanzas de Tom y Jerry, con las que crecimos y nos divertimos varias generaciones de todo el mundo, son un producto muy de su época, desde el momento que son herederos de las denominadas comedias físicas (slapstick) de los años 40, que intentaban provocar la carcajada mediante golpes y porrazos. Esa parcela en esta película funciona a la perfección, al igual que la integración de los personajes de animación con los de carne y hueso, incluso en escenas en movimiento. Es cierto que esta integración ya la conocimos hace décadas, fundamentalmente en clásicos de Disney como La bruja novata o Mary Poppins, pero la técnica ha avanzado una barbaridad y aquí luce un montón.

El reparto de personajes “reales” también es vistoso puesto que al frente del mismo figura la joven actriz Chloë Grace Moretz (La invención de Hugo, Sombras tenebrosas), que posee la vis cómica que requería su personaje, de una joven voluntariosa y deseosa de encontrar un trabajo.

Para los que busquen algún mensaje, además de puro entretenimiento, la película apuesta claramente por dar una oportunidad a los jóvenes que acceden al mercado laboral, al mismo tiempo que, de forma muy humorística, denuncia “los circos” que innecesariamente se organizan en ocasiones en los enlaces nupciales... esos que actualmente, por la pandemia, se han reducido a la mínima expresión.

Para: los que vayan a pasar un rato divertido, es cine de entretenimiento cien por cien