Nuevo acercamiento a la desgarradora enfermedad de Alzheimer, bien protagonizado por Julianne Moore que ya se ha alzado con el Globo de Oro a la mejor actriz dramática por su papel en esta película.

Alice Howland, una inteligente doctora universitaria, de 50 años, empieza a tener despistes y a perder memoria, el diagnóstico médico es terminante: posee un extraño Alzheimer que se padece a edades tempranas. Ella misma, y su entorno familiar, intentarán retrasar lo más posible los estragos de esta devastadora enfermedad que transforma a las personas en seres sin recuerdos.

Muy bien interpretada, Siempre Alice está basada en una novela de Lisa Genova que fue testigo de los estragos que el Alzheimer causó en su abuela. Quizás por ello, este largometraje nos ofrece, sin paracaídas, el deterioro mental de una mujer con talento que va viendo cómo va dependiendo de los demás y convirtiéndose en un ser frágil. Resulta especialmente emotivo el discurso en el que Alice habla de quién es ella y del miedo que siente al olvido de sí misma.

Eso sí, la película, que mantiene un tono adecuado casi todo el metraje sin caer en sentimentalismos fáciles, es deprimente en escenas cómo cuando Alice se programa su propio suicidio o en su desenlace. 

Para: Los que quieran ver un retrato real del deterioro que supone el Alzheimer en cualquier persona