De los mismos productores de la taquillera Intocable, y con tinte social, la comedia que propone el director francés Mohamed Hamidi es divertidísima y rebosa optimismo y buenas vibraciones, características que son habituales en su cine y que también se pudieron apreciar en su gran éxito La vaca. Según nos comentaba, personalmente, porque le gusta en su cine “transformar todo el estrés de la sociedad actual en situaciones positivas y, a veces, el humor es la fuerza de los débiles frente al drama, porque es gratis”.

Aquí un empresario con “mucha cara” que, para conseguir subvenciones, domicilió su empresa en un barrio conflictivo, se verá obligado a trasladar su oficina allí, y a fichar gente de ese extrarradio, para evitar una cuantiosa multa de Hacienda.

El famoso actor Gilles Lellouche encabeza el reparto de esta simpática propuesta que es un amable cuento. Un choque de gente de diferentes culturas que quiere ser una advertencia contra los prejuicios y que provoca carcajadas en multitud de gags. 

La película cuenta con alguna escena especialmente jocosa, como el encuentro del empresario con los narcos de la droga del barrio que se resuelve de una manera “rompedora”, aunque no muy ortodoxa.

Para: los que disfruten con comedias blancas y graciosas.