La escritora J.K. Rowling, a pesar de ser millonaria gracias a sus novelas de Harry Potter y sus posteriores adaptaciones cinematográficas, no parece dispuesta a dejar de lado la literatura ni las películas de las historias fantásticas que la han hecho famosa, porque en esta precuela temporal de las aventuras del niño-mago también ejerce de guionista. El británico Newt Scamander, todo un experto en capturar y proteger criaturas fantásticas, llega a Nueva York, en el año 1926, con una misteriosa misión que espera le ocupe poco tiempo. Pero las cosas se complican cuando se cruza en su camino Jacob, un muggle, es decir, un humano que no posee ninguna habilidad mágica. Este último, sin pretenderlo, propiciará la fuga de algunos animales que lleva encerrados Newt en su maleta, lo que desembocará en una serie de acontecimientos graves para ambos mundos, mágico y muggle, que conviven en un delicado equilibrio. Imaginativa en su desarrollo, pero demasiado extensa en la presentación de personajes y animales, este largometraje se distancia de la original franquicia de Rowling en que es más oscura y sus protagonistas menos simpáticos y entrañables que los que aparecían en las entregas de Harry. Pero, realmente, ese no es el mayor problema al que se enfrenta esta cinta sino la divergencia  fundamental que existe entre las dos líneas argumentales principales. Por  un lado, es muy infantil y cuenta con momentos divertidos en todo lo que supone la captura de esos animales singulares donde destacan las travesuras de un Niffler, una especie entre topo y pato muy aficionado a "birlar" cualquier objeto brillante. Por el otro, nos sumerge en una subtrama muy negra, con imágenes terroríficas,  donde se denuncia el fanatismo religioso capaz de generar personas con graves problemas emocionales. Debido a  esa extraña mezcla es difícil precisar a qué público va dirigida esta película pero parece poco indicada para menores  de 8 años. Para: Los adolescentes y jóvenes que les gusta la saga de Harry Potter. En general, para los aficionados a las películas fantásticas Juana Samanes