• Para entender a Vladimir: el problema de Rusia es que ha tenido autocracia pero no aristocracia.
  • En la Edad Media no había militarismo, sólo guerras. Era un tiempo mucho más civilizado.
  • Y para entender a Rusia, hay que comprender que no tuvieron Edad Media.
En la Edad Media, los ejércitos se formaban sólo para la guerra. No había milicia permanente. O sea, era unos tiempos más civilizados. Y el problema es que Rusia no tuvo Edad Media y, como recordaba Chesterton, nunca vivió la aristocracia, sólo la autocracia. La modernidad, el estúpido racionalismo ilustrado, se le vino encima y atormentó el alma rusa durante 200 años. Con una pequeña ayuda de esa herejía del  ilustrado conocida como sovietismo, todo hay que decirlo. Putin (en la imagen) ha heredado la crueldad soviética, todo eso es malo, ciertamente, pero ese despotismo soviético, nada positivo se lo aseguro, no contaminado por la nauseabunda ilustración proveniente de Francia, huye del racionalismo como de la peste. Así, Putin es hoy uno de los líderes más racionales del mundo. Porque no puede entender el relativismo ilustrado. No puede entender que hay alguien que no crea en la existencia de la verdad. Cree, con pasión, que el otro está equivocado pero no puede creer que dos contrarios estén equivocados (él y el otro) o que los dos (él y otro) estén en el error. En el fondo, el relativismo no consiste en creer en la verdad y en la mentira sino en no creer que en el bien y en el mal. Eso es lo que Clive Lewis llamada la abolición del hombre. Putin sí cree en que hay cosas que están bien y otras que están mal. Aunque no siempre haga el bien. ¿Donald Trump entiende a Putin? No me hagan reír. Pero el problema no es ese. El problema es que Occidente tampoco entiende nada. Eulogio López eulogio@hispanidad.com