Dos toneladas de madera viva se comen una de CO2. Esta es la fórmula clave que ningún ecologista debería olvidar y que se concreta así: si quiere usted salvar el planeta no fastidie a los seres humanos, ni a las empresas y trabajadores, con prohibiciones sin fin: plante árboles.

Si quieres salvar al planeta, no fastidies a los hombres: planta árboles

Pero Manuela Carmena, que es rojiverde, es decir, que emplea la ecología como disculpa, se ha empeñado en cargarse los árboles de la Plaza de España, una de las plazas más arboladas de la capital. Asegura el Ayuntamiento que plantará otros… que tardarán en crecer unos cuantos lustros.

Eso sí: plantar árboles no es rentable de cara a unas elecciones. Resulta más útil manifestarse contra el cambio climático

Claro que plantar árboles es una tarea lenta, casi invisible en su indolencia… y tiene pocos réditos políticos. Electoralmente, resulta más rentable manifestarse contra el cambio climático, por ejemplo.