• Lo que nos cuesta aceptar la tautología… 
  • Oiga, y a nadie nos dieron a escoger nuestro sexo. 
  • No hay que confundir los hechos con la ideología.
  • Lo dicen los psiquiatras americanos que, como es sabido, son todos unos fascistas. 
  • No puedes juntar a dos adolescentes de 12 años porque la niña tendrá 15 y el niño 9. Podrás tenerlos juntos pero siempre estarán separados, enfrentados o arrejuntados.   
Era Chesterton quien defendía la educación diferenciada (los niños con los niños y las niñas con las niñas hasta la juventud) con un argumento irrebatible. Podéis juntar todo lo que queráis a un niño de 12 años con una niña de 12 años, pero siempre les tendréis separados, enfrentados o arrejuntados, porque la niña tendrá 15 mientras el niño estará en los 9. El principal perdedor es el niño que nos puede salir un poco afeminado. Lo cual sería buenísimo si se tratara de un mujer, pero no es una mujer sino un varón. Y todas las chorradas al uso no pueden evitar la palmaria verdad de que los niños nacen niños y las niñas nacen niñas. La ideología de género consiste en negar esa evidencia e intentar convertir los hechos en ideología. También era Chesterton quien decía que el horror moderno a lo evidente nos obligará a demostrar que la hierba es verde. Y eso resulta tan cansino… Leo en el Diario de Alto Aragón -la verdad siempre circula por cauces pequeños- que los psiquiatras americanos se muestran contrarios a la coeducación -esa que se está imponiendo en España- y que recuerdan algo tan evidente, es decir, pre-científico, como que los niños nacen niños. Y no lo van a creer: a ninguno nos preguntan por nuestro sexo al nacer. No podemos elegir, sé que resulta poco democrático, pero así es. En definitiva, los loqueros americanos se oponen la ideología de género en su mandamiento central: se nace niño y si quieres convertirle en niña es por ideología, no por necesidad. La realidad se compone de hechos, no de deseos ni de traspaso de frustraciones. La ideología de género siempre intenta convertir a los chicos en chicas y viceversa, creando una humanidad de afeminados y machorras. Lo cual, según los psiquiatras americanos, no es precisamente bueno. En la España de hoy, no lo duden, nos enteraremos con un pelín de retraso. Eulogio López   eulogio@hispanidad.com