Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, vuelve a la carga contra las empresas energéticas. Y es que al mismo tiempo que las considera culpables de las elevadas facturas y las acusa de no jugar limpio a la hora de explicarlas, habla de que su relación con las mismas “ha sido estupenda”.

Así lo ha señalado en una entrevista en Cinco Días, destacando que la relación con las empresas del sector “no” ha tenido altibajos, sino que sólo “no les ha gustado algún tema”. Esto llama bastante la atención, porque no es ningún secreto que dicha relación no ha sido estupenda.

Por ejemplo, en Endesa no responden oficialmente Ribera, aunque conviene referir que su CEO, José Bogas, se mostró crítico con el tope ibérico, señalando que les iba a costar 6.000 millones de euros anuales y que serán “asumidos por el conjunto de la demanda”, o sea, por los consumidores. Una crítica que bajó de tono tras las declaraciones de Francesco Starace, CEO de Enel y vicepresidente de Endesa, defendiendo dicho tope: Bogas pasó a hablar “una medida acertada”... aunque sólo rebaja la factura un 10-15%.

El más crítico en el sector energético ha sido Ignacio S. Galán, presidente y CEO de Iberdrola, aludiendo a la inseguridad jurídica en España, la palabra maldita entre los inversores

El más crítico en el sector energético ha sido Ignacio S. Galán, presidente y CEO de Iberdrola, aludiendo a la inseguridad jurídica en España, la palabra maldita entre los inversores, en múltiples ocasiones. Es más, se ha lanzado a buscar dicha seguridad fuera de nuestro país, e incluso de la Unión Europea, en concreto en EEUU… al tiempo que ha iniciado su proceso de sucesión con la búsqueda de un CEO.

Claro que Galán no ha sido el único que ha aludido a la falta de seguridad jurídica, también lo ha hecho Antonio Brufau, presidente de Repsol, insistiendo en que sin “previsibilidad” nadie querrá invertir en nuestro país. Además, el CEO de dicha compañía, Josu Jon Imaz, ha cargado especialmente contra el nuevo impuesto a las energéticas que impulsan Ribera y María Jesús (Marisu) Montero, señalando que “no es para los ricos”, y que va a dañar inversión y empleo industrial.

Y con Naturgy Ribera tampoco ha tenido una relación estupenda. Ahora no le gusta su proceso de fisión (tambiéen conocido como Proyecto Géminis), aunque el hecho de que el fondo australiano IFM entrara en el accionariado de Naturgy, pese a ser una empresa estratégica, y la chantajeara, sí le gustó.

Para Ribera “no están jugando todo lo limpio que correspondería en una situación como esta”. “En nuestra factura falta claridad con respecto a las explicaciones de cómo calculan según qué cosas”, y deja el tema en manos de la CNMC

Ribera ha aludido a una “estupenda” relación con las empresas del sector, después de que en una entrevista en La Razón refiriera que “no están jugando todo lo limpio que correspondería en una situación como esta”. “En nuestra factura falta claridad con respecto a las explicaciones de cómo calculan según qué cosas. Le tocará a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia comprobar si hay alguna interpretación interesada sobre cómo aplicar las normas que ha venido aprobando el Gobierno”, ha señalado. Es más, Ribera ha referido que “hay comportamientos que hemos puesto en conocimiento de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y que creo que deben ser denunciados, como que los comerciales de determinadas compañías eléctricas cuando alguien llama a preguntar, digan directamente que cualquier incremento de su factura es culpa del Gobierno. No parece un comportamiento ni muy honesto ni deontológicamente muy correcto y, sin embargo, lo están haciendo. Yo creo que hay una cierta batalla…”.

Esto no ilustra la citada relación “estupenda”…