En el año 1992, el entonces presidente republicano George H. W. Bush se presentaba a la reelección. Con una valoración positiva, Bush partía como claro favorito ante el candidato demócrata, el por aquel entonces joven gobernador de Arkansas, Bill Clinton. Sin embargo, Clinton hizo de la economía el eje principal de su campaña y bajo el lema “es la economía, estúpido” acabó llegando contra todo pronóstico a la Casa Blanca.

Así, la economía siempre ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza para los inquilinos del Despacho Oval. La elevada inflación, materializada en la subida imparable en el coste de la vivienda, en el precio de la gasolina y, en general, en los productos básicos, fue uno de los principales talones de Aquiles para la Administración de Joe Biden y Kamala Harris, cuya pésima gestión empobreció al americano medio.

Tradicionalmente, la recuperación del poder adquisitivo para la clase media estadounidense se ha convertido en uno de los principales objetivos de la Administración Trump Vance, y se empiezan a ver los efectos de las políticas económicas del trumpismo. La economía estadounidense ha crecido, durante el tercer trimestre del año a un ritmo muy superior al estimado por los analistas, hasta el 4.3%.

La clave está en el aumento de la confianza de los estadounidenses, de tal forma que el gasto del consumidor ha crecido en un 3.5% en el tercer trimestre, que se incrementa al aumento del 2.5% que había tenido ya en el segundo semestre. También se verificó un aumento las exportaciones. Por otro lado, los beneficios empresariales se dispararon en 166.100 millones de dólares, o un 4,2%, en comparación con el segundo trimestre.

Otra buena noticia llega con respecto al precio de los carburantes. El precio medio de la gasolina en Estados Unidos se ha situado por debajo de los tres dólares el galón, el nivel más bajo desde el año 2021, y se prevé que el mes de diciembre sea el diciembre más barato para los conductores desde el año de la pandemia en 2020, precisamente el último donde Trump fue presidente en su primer mandato, dado que durante la presidencia de Joe Biden se disparó el coste de los combustibles.

Igualmente, los precios han bajado un 7% con respecto al mes anterior, y la caída es de aproximadamente un 43% desde los máximos de mediados de 2022, donde el galón alcanzó el precio de 5 dólares.

Esta caída a mínimos históricos recientes tiene lugar precisamente cuando se prevé que, una cifra récord de 122 millones de estadounidenses se desplacen por el país durante el período navideño.

El presidente Trump ha celebrado los datos y ha anunciado:

"Feliz Navidad a todos, incluida la escoria de izquierda radical que está haciendo todo lo posible para destruir nuestro país, pero está fracasando gravemente. Ya no tenemos fronteras abiertas, hombres en deportes femeninos, transgénero para todos o una aplicación de la ley débil. Lo que sí tenemos es un mercado de valores récord, las cifras de criminalidad más bajas en décadas, sin inflación, y ayer, un PIB de 4,3, dos puntos mejor de lo esperado".

El inquilino del Despacho Oval ha atribuido el impulso de la economía a su política arancelaria, y ha asegurado que las cifras seguirán mejorando.