Hablamos, y con razón, de desmadre en la dirección de Telefónica, desde que Moncloa nombrara presidente a Marc Murtra, como sustituto de Álvarez Pallete, y eso ha provocado que nos hayamos olvidado del corazón de la empresa. En otras palabras, que la compañía, y éste puede ser su principal problema en pocos meses, no está invirtiendo y no pasará mucho tiempo antes de que esa carencia de inversiones redunde en la calidad del servicio. Y es que entre tanta polvareda se nos perdió don Bertrán.

Ahora bien, es cierto que las grandes empresas son el único barco que hacen agua por la parte superior. Y el principal problema de Telefonica está, ahora mismo, en la gestión del Marc Murtra, un hombre superado por las circunstancias, que maltrata a sus colaboradores -algo que no hacía en Indra-, que vive en rabieta continua porque manda menos de lo que anuncia su cargo como presidente ejecutivo. El que manda de verdad es el presuntamente defenestrado Javier de Paz.

En esta Telefónica desmadrada no manda Marc Murtra sino Javier de Paz y su canto del cisne zapateril. El presidente nominal se apoya en Álvaro Echevarría y en el Indepe Salvador García-Ruiz, ambos encargados de afrontar el problema reputacional de la operadora... por ahora con escaso éxito

Si a este se une que el ambiente general en el Distrito C consiste en esperar la caída de Murtra, que apenas es presidente desde el 18 de enero de este año 2025, aún no concluido, pues hombre...

Por partes, que dijo Jack el Destripador. Lo más importante: Sánchez no se fía de un Murtra enloquecido que se ha acercado al PP. Lo ha hecho a través del conseguidor oficial de Feijóo, González Pons, el hombre que nunca dice no. Ese chico ha demostrado que no conocía su PSOE-PSC pero que aún conoce menos el PP.

En Telefónica de España manda Óscar Candiles y a Borja Ochoa no le han cesado oficialmente porque el señorito Murtra ha dicho que no puede ser finiquitado el único alto directivo que él ha traído pero Borja manda menos que un gitano en un juzgado

No ha conseguido nada en Génova pero sí ha conseguido cabrear a Ferraz, que no pinta nada en el PSOE, y a Moncloa, que pinta mucho.

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No olvidemos que Telefónica iba a ser el modelo de gestión socialista. ¿Qué tenemos ahora? Balance anual: subidón de precios, Pallete nunca se atrevió a tanto. Y por correo, oiga: aviso de subida y sin justificación. Ya te lo quitaré de la cuenta corriente.

Bajón de dividendo. No de un dividendo cualquiera sino del dividendo de las matildes, la acción favorita de Juan Español, la más popular, y la que más lo necesita, considerando cómo estamos de cotización a la baja y de una amenaza cierta de rebaja del rating.

Más de 4.500 trabajadores a la calle y pérdidas récord. El mayor ere de la historia reciente... con un Gobierno socialista.

Además, en esta Telefónica desmadrada no manda Marc Murtra sino Javier de Paz y su canto del cisne zapateril. El presidente nominal se apoya en Álvaro Echevarría y en el indepe catalán Salvador García-Ruiz, ambos encargados de afrontar el creciente problema reputacional de la operadora... por ahora con escaso éxito.

Telefónica aguanta gracias a la inercia de la compañía, que todavía sigue generando ingresos. Pero esta inercia también terminará. El ambiente entre el equipo de directivos y técnicos es el de pasar inadvertidos frente a la caza de brujas fascistas, a la espera de que estemos ante Marc 'el Breve'

¿Puede ser la salvación Telefónica de España, la mayor aportadora de caja, como recuerda Javier de paz? No, entre otras cosas porque en Telefónica de España manda Óscar Candiles y no le presidente Borja Ochoa... quien no ha sido cesado oficialmente pero sí de hecho, como anunciara, y nos reiteramos en ello, Hispanidad.

Y no ha sido cesado oficialmente por el ceo Emilio Galo, conocido en la Distrito 'C' como el matón, porque Murtra ha dicho que no puede ser finiquitado el único alto directivo que él se ha traído, pero Borja manda menos que un gitano en un juzgado... y hasta podría ser que le importe poco.

En resumen, un diario económico titulaba día atrás que Murtra había conseguido, en poco menos de un año, cambiar el equipo directivo. ¿En menos de un año? Yo pensé que esta cosas se hacían en menos de un mes.

Mientras, Carlos Ocaña, atento. Cree que puede ser él presidente, aún con el PP, si Florentino aprovecha para entrar en Telefónica

En resumen, Telefónica aguanta gracias a la inercia de la compañía, que todavía sigue generando ingresos. Pero esta inercia también terminará. Desde luego, la salvación no puede venir ni de Alemania ni de Reino Unido, ambos en crisis, y los dimes y diretes en el corazón de la operadora anticipan 5.000 millones de euros en número rojos en 2025. Porque el problema de Telefónica no está en periodificar todas las pérdidas en este ejercicio para que el mercado las acepte y comience la remontada. EL problema real es que no se sabe de dónde van a llegar los ingresos para esa 'remontada'.

Más: e ambiente entre el equipo de directivos y técnicos es el de pasar inadvertidos frente a la caza de brujas fascistas, a la espera de que estemos ante Marc 'el Breve'. Porque lo de laacaza de brujas es tan cierto que, incluso algunos directivos sanchisras y zapateristas, que no fascistas, ya se están buscando su lugar al sol porque esto se hunde y una cosa es ser progresista y otra ser idiota.

Mientras, Carlos Ocaña, vicepresidente...muy atento. Cree que puede ser él presidente, aún con el PP, si Florentino aprovecha para entrar en Telefónica. Debería conocerle mejor: ¿Alguna vez ha invertido Florentino en algo que no pueda controlar? Y si pierde la batalla, acuérdense de Iberdrola de Ignacio Galán, Pérez se retira a sus cuarteles de invierno y asegura que él jamás lo intentó.

Si el presidente del Real Madrid quiere controlar Telefónica -y sí que querría- deberá buscarse aliados.

Pero, ahora mismo, recuerden: Pedro Sánchez no se fía de un Murtra enloquecido que le ha traicionado con el PP.... pecado mortal.