José Bogas se ha mostrado menos crítico con el tope ibérico al precio del gas en el mercado mayorista de electricidad que hace unos meses, tras las declaraciones de su ‘jefe’, Francesco Starace. En el VII Foro de Energía organizado por El Economista, ha señalado que “es una medida acertada”, aunque no está de acuerdo en “cómo se reparte” y destaca que sólo rebaja la factura un 10-15%.

El CEO de Endesa ha afirmado que el tope ibérico es cierto que ha rebajado el precio del mercado mayorista, pero después hay que contar la compensación a los productores de ese gas, y así la rebaja se queda en niveles mínimos. A pesar de que desde el Gobierno lo consideran un ‘éxito’ y presumen demasiado de ello Teresa Ribera y Pedro Sánchez. Este último ha cifrado en 2.000 millones de euros el ahorro a los consumidores que ha supuesto, y en su intervención en el Senado del martes 6, enfrentándose al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó para rectificar y extender el tope ibérico a las plantas de cogeneración.

A principios del pasado abril, Bogas mostraba que no le gustaba la propuesta ibérica de topar el precio del gas en 30 euros, porque era “menor al precio normal de los contratos a largo plazo”. Una vez que la medida se acordó con Bruselas y que Ribera admitió que los consumidores asumirían su coste, en la Junta de Accionistas de Endesa, Bogas refirió que nos iba a costar más de 6.000 millones de euros anuales. Ahora ha bajado el tono un día después de la entrevista en Expansión a Starace, CEO de Enel (energética italiana que es dueña del 70% de Endesa), que también es vicepresidente de Endesa.

Para Starace, ante el problema de la volatilidad del precio del gas “bastaría con poner un tope a la volatilidad de los precios, a modo de horquilla máxima sobre la que pueden oscilar los precios en el mercado mayorista del gas que sirve de referencia, el TTF holandés, para que el problema se solucionara en cuestión de semanas

Este último ha señalado que “la escalada de precios de la luz acabaría pronto con topes al gas”, aludiendo al problema de la volatilidad del precio del gas. Y para Starace, se podría solucionar: “Bastaría con poner un tope a la volatilidad de los precios, a modo de horquilla máxima sobre la que pueden oscilar los precios en el mercado mayorista del gas que sirve de referencia, el TTF holandés (el cual ha sido criticado por José Bogas y Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy), para que el problema se solucionara en cuestión de semanas”. “La crisis energética se podría acabar pronto si se pusieran límites a las fluctuaciones del precio del gas”, ha añadido, destacando también que Enel no está en contra del gas “sino de su uso excesivo en la matriz energética” y que en su apuesta de descarbonización está el abandono del negocio de gas en 2040.

Y parece que en la Unión Europea se apuesta también por el tope al precio del gas. De cara al consejo extraordinario de ministros de Energía del próximo día 9, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha avanzado algunas medidas que se deberán discutir: un tope al precio del gas ruso; impuestos sobre los beneficios extraordinarios de eléctricas, petroleras y gasistas (algo que critica Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, entre otros colegas del sector -Cepsa, BP y Endesa-); objetivos de reducción del consumo de energía y facilitar la liquidez a compañías de servicios energéticos.