Fuencisla Clemares es la directora general de Google en España y Portugal desde noviembre de 2016
Google ha presumido de que su filial en España elevó beneficios e ingresos y pagó más en concepto de Impuesto de Sociedades en 2019, en concreto 8,88 millones de euros. Parece que ha abonado lo que le tocaba, pero las cifras parecen demasiado pequeñas teniendo en cuenta su tamaño, por lo que podría haber alguna trampa…, pero el verdadero problema no es si paga o evade impuestos… sino el monopolio que ejerce.
El gigante tecnológico tuvo unos ingresos de 131,98 millones en 2019, lo que supone un 26,7% más que el año anterior, por la mayor demanda de sus servicios. Por su parte, el resultado neto fue de 25,91 millones (+28,5%) y el resultado de explotación se situó en 34,79 millones (+28,7%). Si se tiene en cuenta que el tipo nominal del Impuesto de Sociedades en nuestro país es del 25% y que se paga en función de los beneficios, el 25% del resultado neto sería de 8,697 millones y el 25% del de explotación, de 6,477 millones. Por tanto, a la vista de las cifras, parece que Google Spain abonó lo que le correspondía… Eso sí, cuesta creer que sólo ingrese 132 millones, pues en todo el mundo ha facturado 152.249 millones de euros en 2020, de los que el 90% han sido ingresos publicitarios.
En 2017 tuvo que pagar 3 millones tras una inspección de la Agencia Tributaria por no abonar 2,7 millones en Impuesto de Sociedades y 300.000 euros en intereses de demora.... y en 2013, hizo otro pago a Hacienda de 1,9 millones
Parece que, al menos, ha aprendido algo, porque conviene recordar que en 2017 Google, que tiene como directora general en España y Portugal a Fuencisla Clemares tuvo que pagar 3 millones tras una inspección de la Agencia Tributaria el año anterior por no abonar 2,7 millones en concepto de Impuesto de Sociedades y 300.000 euros en intereses de demora. Además, en 2013, tuvo que hacer otro pago a Hacienda de 1,9 millones.
Sin embargo, el verdadero problema no está en la cuestión fiscal… sino en el monopolio que ejerce en todo el mundo, pues no tiene prácticamente competencia. Y esto le lleva a ser un parásito, un ladrón y un censor de los medios de comunicación, sobre todo, de la prensa digital. Por ello, no estaría muy bien que Europa creara su propio Google y Facebook.
Google es un parásito porque copia las noticias de los medios, pero en la mayoría de los casos se niega a pagarles por ello una especie de canon. Afortunadamente, hay países que han empezado a decir ‘basta’, como Australia, que ha aprobado una ley para que tanto Google como Facebook paguen a los medios de comunicación por difundir sus contenidos de noticias. Eso sí, ha tenido que soportar las presiones del gigante tecnológico y de la red social. Claro que en otros sitios, antes de leyes ha habido acuerdos, por ejemplo, el alcanzado con News Corporation -empresa editora de The Times, The Sun, The Wall Street Journal y The New York Post, fundada por Rupert Murdoch- para que el gigante de Internet pague por mostrar sus contenidos en la sección de noticias del buscador. Además, Bill Gates ha intentado sacar tajada, animando a EEUU, Canadá y la Unión Europea a seguir el ejemplo de Australia… y para impulsar el buscador de Microsoft (Bing). Y la prensa española ha empezado también una tímida rebelión.
Google (30%), Facebook (20%) y Amazon (10%) acaparan el 60% del mercado publicitario estadounidense
El gigante tecnológico con sede en Mountain View (California, EEUU) también es un ladrón, porque roba publicidad a los medios de comunicación, por tanto, les asfixia económicamente, pues la publicidad es su principal fuente de ingresos. Por ejemplo, en EEUU, Google acapara casi el 30% del mercado publicitario, según un estudio del grupo de inversión de medios GroupM, y si se suman Facebook (20%) y Amazon (10%), el resultado es que estos tres gigantes de Internet que controlan el 60% de la publicidad estadounidense. Y al hilo de este tema, al otro lado del océano Atlántico, Telefónica va a crear una plataforma alternativa a la de Google, para publicidad programática.
Por último, pero no por ello menos importante, Google es un censor de los contenidos, sobre todo, de los que no son políticamente correctos… algo que Hispanidad sabe bien. Por ejemplo, también se atrevió a censurar al movimiento provida (YouTube censuró el canal de LifeSite) y a erigirse en luchadora contra el odio junto a Fad y Maldita.es (verificador que está financiado por George Soros). En este aspecto de censor, afortunadamente hay algún país valiente como Polonia, que multará la censura de los progres Google, Facebook, Twitter...
Y por si todo esto no bastara, no hay que olvidar la caradura de Google, que parece seguir los pasos de Amazon en lo que respecta a la ‘tasa Google’ aprobada en España: para pagarla subirá un 2% los precios a los anunciantes a partir del 1 de mayo.