CEOE y AMI vinieron a Telefónica para proponerles poner en marcha montar una plataforma de publicidad programática. Cuando el proyecto esté en marcha cualquier medio podrá utilizarlo.

Es más, CEOE piensa introducir el proyecto en los fondos europeos, para adjudicarse fondos que pongan en marcha la alternativa al monopolio Google.

Eso sí, Telefónica ha asegurado que las únicas condiciones son que cualquier medio pueda utilizar la plataforma y que si Vodafone y Orange quieren plantear una alternativa…, la operadora no es Google y apoyará la iniciativa.

Ahora bien, la polémica sigue estado en la propia publicidad programática, en cuanto es causa y consecuencia de un atentado contra la privacidad. A fin de cuentas, programar la publicidad significa que Google, y otros, lo saben todo sobre ti, incluidos esos hábitos que no quisieras fueran del dominio público, la mayoría de los medios informativos aceptan publicidad programática y Google ha hecho de ello su mejor negocio… pero no deja de ser un atentado contra la privacidad, suponiendo que la privacidad todavía exista. 

En cualquier caso, con la plataforma de Telefónica, al menos, los medios podrán  librar de una de sus muchas y crecientes esclavitudes digitales. La de Google, el rey de la publicidad programática, o sea, inducida.