
Mientras continúa creciendo el clamor para defender la prórroga de la central nuclear de Almaraz, el Gobierno insiste en el ridículo y en seguir jugando con el tiempo… con la cuenta atrás ya iniciada: el calendario de cierres acordado en 2019 -y aún en vigor- contempla el de la Unidad I para noviembre de 2027 y el de la Unidad II para octubre de 2028. Y ahora se va viendo en qué consiste el nuevo engaño ‘eco-sectario’ de Sara Aagesen, quien ha referido que tramitará la prórroga cuando las propietarias la pidan oficialmente,… se ve que no le parece suficiente que lo hagan de viva voz en múltiples foros. Al final, las propietarias de Almaraz (Iberdrola, Endesa y Naturgy) han acabado cediendo… y pedirán la prórroga de forma oficial… pero lo que la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se guarda en el tintero es que les pondrá unas condiciones draconianas a cambio de dicha prórroga.
Vayamos por partes. El Gobierno insiste en el mencionado ridículo, en especial en boca de Sara Aagesen y del propio PedroSánchez, y por cierto, este último, que presume de luchar contra la desinformación y los bulos, no tuvo reparos en cargar contra la nuclear, tras el apagón masivo eléctrico del pasado 28 de abril, usando varios bulos y mentiras. Este mes se celebrará la junta de propietarias de Almaraz -que la gestionan y operan a través de la sociedad Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT)- y es previsible que en dicha cita se pacten las próximas inversiones y la citada petición de prórroga… a la vista de lo que en público declaran los principales directivos de las eléctricas.
Recuerden que Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, dio un giro a favor de la nuclear hace unos meses en el Foro de Davos y sigue manteniendo la defensa de esta energía. Eso sí, como no le gusta mucho prodigarse en actos en España, ha dejado un poco el tema en el CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, quien cabreó a Aagesen al pedirle diálogo sobre el cierre nuclear y “el agobio económico”. Por su parte, José Bogas, CEO de Endesa, insiste en defender la revisión del plan de cierre de las nucleares, así como en pedir “revisar la fiscalidad de la nuclear”. Y en los últimos meses se ha visto un giro en Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy: el pasado 1 de abril se pasó a defender algo más la nuclear, al apoyar una tregua de dos y tres años para cada reactor de Almaraz… y después “replanificar”, aunque el pasado 20 de febrero (cuando presentó los resultados anuales de Naturgy ante los periodistas) había referido que no le importaba demasiado el cierre de las nucleares porque Naturgy tiene menos participación que Endesa e Iberdrola en dicha energía... y si se cierra se disparará el uso del gas.
A pesar de que la cuenta atrás está iniciada, no parece que vaya a haber carreras ni del Gobierno ni de las tres energéticas citadas. De hecho, aunque estas últimas acuerden pedir la prórroga de forma oficial, tienen de plazo para hacerlo hasta marzo de 2026. Ojo, antes de eso Aagesen debe derogar, suspender o modificar la orden ministerial del verano de 2020 que firmó tanto su antecesora, Teresa Ribera, como ella misma, siendo secretaria de Estado de Energía, porque impide la petición de una prórroga. Y es que la orden TED/773/2020, del 23 de julio de 2020 de su Ministerio otorgó la renovación de la autorización de explotación de Almaraz y fijó como “definitivo” el cese de la misma (el 1 de noviembre de 2027 para la Unidad I y el 31 de octubre de 2028 para la Unidad II), por lo que a día de hoy sigue impidiendo que las propietarias pidan una nueva prórroga.
El pasado 29 de mayo, en el Foro CREO, Bogas refirió que la extensión de la vida útil en dos y tres años para cada uno de los reactores de Almaraz, hasta 2030, no es “un cambio radical”, pero es una petición en la que hay consenso entre Iberdrola, Endesa y Naturgy. Eso sí, cuando el Gobierno reciba la petición de la prórroga formalmente, al ser el regulador, se conocerán las condiciones draconianas que les impondrán a cambio. Fuentes del mercado han referido que el Ejecutivo se negará a suprimir el impuesto del 7% a la generación eléctrica y a suprimir los impuestos que asfixian a la nuclear, pero les impondrán que la nuclear ‘salga del mix’ y sólo destine su energía a industrias electrointensivas y a los vulnerables a un precio más barato y fijado por el Gobierno. Por ahora, al consultar con las energéticas, señalan que oficialmente de esto no hay nada. Veremos qué va pasando.