Este miércoles, Endesa ha dado a conocer sus resultados del primer trimestre, los cuales han sido, en general, bastante buenos (con más ingresos y beneficios), pese a ligera alza en la deuda. Sin embargo, estos han pasado a un segundo plano por el apagón eléctrico masivo que llevó a negro la Península Ibérica el pasado 28 de abril, cobrando más relevancia las declaraciones de su CEO, José Bogas, quien ha vuelto a defender las nucleares ante la cerrazón de Pedro Sánchez y Sara Aagesen, al insistir en que “es esencial revisar la fiscalidad de la nuclear”.
Hace ocho días, cuando apenas habían transcurrido 24 horas desde el apagón, en la Junta de Accionistas de Endesa, Bogas ya subrayó que “sería prudente una revisión del plan de cierre nuclear” y de su fiscalidad. Ahora insiste en este último tema, pues sólo así la nuclear podrá “garantizar su viabilidad económica para que pueda proporcionar seguridad de suministro”, algo que no es baladí y muchos menos tras el gran apagón, porque no se descarta que pueda haber otro más adelante... ya que muchos expertos e incluso Redeia habían alertado ya de que podría haber apagones.
Al hilo de las palabras de Aagesen apuntando que las propietarias de las centrales deben hacer propuestas, Bogas ha respondido que “vamos a hacerlo, vamos a presentar una propuesta” y lo harán “tratando de entender todas las implicaciones, porque no es solo una cuestión de ampliar la vida útil, sino también de reducir la fiscalidad”. También ha referido que “ya hemos mantenido reuniones con el Gobierno. Les pediremos que nos digan qué es lo mejor: ampliar la vida útil 10 años o más, o simplemente cubrir hasta el año 2030”. Eso sí, no hay que olvidar que en el caso de Almaraz hay una orden ministerial en vigor que impide pedir formalmante su prórroga... aunque no extraoficialmente y dentro del citado diálogo que parece haber.
El CEO de Endesa también ha referido que como sociedad moderna que somos, “garantizar la seguridad de suministro y la competitividad de nuestro sistema eléctrico es fundamental”... y más cuando la “la demanda muestra signos de recuperación, lo que representa una oportunidad única para reindustrializar el país”. Eso sí, para ello “necesitamos una red robusta y resiliente, lo que requiere inversiones significativas, junto con una remuneración justa”. Una reivindicación para la exministra socialista Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, que no es la primera vez que este ingeniero industrial madrileño hace... ojalá no caiga en saco roto en esta ocasión.
Ante las palabras de Aagesen apuntando que las propietarias de las centrales deben hacer propuestas, Bogas ha respondido que “vamos a hacerlo, vamos a presentar una propuesta”
Mientras desde el Gobierno, se insiste demasiado en aplaudir con entusiasmo a las renovables y demonizar a las nucleares, Bogas ha señalado que “es crucial contar con un mix de generación diversificado y competitivo”, y que el debate no es “nuclear contra renovables”, pues ambas son necesarias. Eso sí, en la conferencia con analistas, Bogas no ha respondido a las duras palabras que Sánchez ha vuelto a tener con las nucleares y con las energéticas. En el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno ha llegado a referir que “los ultrarricos presiden esas energéticas” y que son los que deberían pagar la prórroga de las nucleares, así como espetar a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, que “usted puede ser el portavoz de los ultrarricos de las nucleares, pero no lo haga desde esta tribuna”.
Vayamos a los buenos resultados trimestrales. Los ingresos han crecido un 6,3%, a 5.899 millones de euros. En esto ha contribuido tanto la mayor producción (+2,1%) y capacidad instalada (+2,9%, como el aumento de las ventas de gas (+2%), pese al menor número de clientes (-1,7% en luz y -1,1% en gas) y el descenso en las ventas de electricidad (-0,5%).
Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) se ha disparado un 32,6%, a 1.431 millones, en gran parte por el incremento del negocio del gas, pues el margen de la generación nuclear se ha visto afectado por la tasa Enresa (cuyo último incremento está recurrido en los tribunales) y el impuesto del 7% a la generación, según ha explicado el director general económico-financiero, el italiano Marco Palermo. Eso sí, el beneficio neto casi se ha duplicado, pasando de 293 millones a 583 millones, por los buenos números de todos sus negocios y la ausencia del impuestazo energético.
La generación de caja ha ascendido a 1.200 millones... y Enel estará feliz porque eso supone que hay dinero para dividendo... e inversiones. Eso sí, la deuda financiera neta se ha incrementado un 9% desde el cierre de 2024, hasta 10.200 millones, tras haber invertido 600 millones, el pago del dividendo a cuenta (500 millones) y el cierre de la compra de los activos hidroeléctricos por aproximadamente 1.000 millones a Acciona. Claro que dicha deuda es bastante menor que la tiene otra compañía del sector energético español, como Iberdrola (55.685 millones).
