
En la conferencia con analistas para presentar los resultados del primer trimestre, el ingeniero Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, ha aprovechado para volver a defender las centrales nucleares españolas como “eficientes y seguras”, así como “la solución menos cara para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico”. Todo esto, días después del apagón eléctrico masivo en la Península Ibérica, algo que considera que “tiene que aclarar Red Eléctrica”. Eso sí, ha olvidado que el gran problema de Iberdrola es su elevada deuda, que sigue creciendo. Y mientras, a los inversores no les han hecho demasiada gracia ni el apagón ni los resultados trimestrales: su cotización baja más de un 1%, frente a un Ibex 35 que lo hace un 1,5%.
Galán ha referido sobre el apagón que “es el operador del sistema quien tiene que aclarar esto, puesto que son los responsables. Pero lo que puedo decir es que antes, durante y después de este apagón, nuestra flota estaba preparada y estaba a disposición del operador del sistema para entrar a trabajar en cuanto recibimos sus instrucciones”. Parece que Beatriz Corredor, la exministra socialista, amiga de Pedro Sánchez y presidenta de Redeia (dueña de Red Eléctrica), tiene deberes, aunque no se prevé que los cumpla por sus propias declaraciones, ni que dimita.

El ingeniero salmantino también ha recordado que muchos países (Francia, Reino Unido, Alemania, EEUU, Corea, Japón o China, entre otros) están apostando por la energía nuclear, la cual también defendió en el último Foro de Davos. Sin embargo, en las últimas semanas ha dejado la defensa de que no se cierren las nucleares en manos del CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle. Además, no parece que quiera abrir un conflicto con Moncloa ni enfadar a la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, como hace dos meses, pues ha subrayado que la política energética es “la responsabilidad del Gobierno” y que las compañías se ciñen “ a las decisiones que toman los gobiernos”. Una ambigüedad que nos puede salir a todos bastante cara… Y tampoco quiere líos en EEUU, donde ha descartado impactos en los proyectos eólicos marinos después de que DonaldTrump decidiera suspender temporalmente nuevos contratos de arrendamiento de dicha energía.

Vayamos a los resultados del primer trimestre. Iberdrola ha aumentado su cifra de ventas, que ha pasado de 12.678,5 millones a 12.864,7 millones. Todo ello, a pesar del descenso en la producción (-13,3%): cabe destacar las bajadas en la generada por ciclos combinados de gas (-33%, sobre todo por la venta de activos en México), minihidroeléctrica (-24,9%) y cogeneración (-13,2%), frente a los fuertes crecimientos en solar (+44,6%) y nuclear (+18,4%). De hecho, la hidroeléctrica sólo ha crecido un 2,7%, tras presentar descensos en España, pese a las fuertes lluvias, y en EEUU, que no han podido compensarse con el alza en Brasil. Además, has disminuido los contratos de electricidad (-2,5%) y de gas (-3,6%), y ambas energías han tenido precios inferiores a los de hace un año.
Desciende la producción (-13,3%): cabe destacar las bajadas en la generada por ciclos combinados de gas (-33%, sobre todo por la venta de activos en México), minihidroeléctrica (-24,9%) y cogeneración (-13,2%), frente a los fuertes crecimientos en solar (+44,6%) y nuclear (+18,4%)
Es cierto que el margen bruto ha aumentado, de 6.831,7 millones a 7.201,7 millones. Sin embargo, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha bajado, hasta 4.643 millones; y el beneficio neto de explotación (ebit) también lo ha hecho, situándose en 3.256,1 millones. Por su parte, el beneficio neto ha pasado de 2.759,7 millones a 2.004,4 millones, lo que supone una caída del 27,4% al no contar con las plusvalías que le generó la venta de activos en México; y en términos ajustados (sin dicho extraordinario), el resultado ha sido un 26% mayor.
La eléctrica ha preferido destacar las inversiones récord de los últimos doce meses, que han ascendido a 17.300 millones (+44%). De esta cifra, 2.720 millones (+14%) han correspondido al primer trimestre y se han destinado, principalmente a EEUU y Reino Unido, destacando los negocios de redes eléctricas (+18%, incluyendo la integración de ENW, con la que ha aumentado su presencia en activos regulados). “Nuestra inversión récord en este trimestre, junto con las inversiones futuras previstas en redes, demuestran cómo estamos centrados en acelerar la electrificación para reducir la dependencia energética externa, mejorar la competitividad, impulsar la industria y el empleo locales, y garantizar la estabilidad de los precios”, ha señalado Galán. Eso sí, ha insistido en pedir una remuneración más atractiva en el nuevo marco regulatorio para las redes eléctricas de España, como por ejemplo ha sucedido en Brasil. Respecto a las inversiones en renovables, Iberdrola ha sido más selectiva, alcanzando los 1.064 millones (+7%), sobre todo, para eólica marina, y reducirá a la mitad las inversiones en las renovables para 2026 por la finalización de los principales proyectos que están ahora en construcción. Además, sigue vendiendo el 49% de parques eólicos marinos, como ha hecho recientemente en el de Windanker, para ayudar a financiar sus inversiones futuras.
Galán ha insistido en pedir una remuneración más atractiva en el nuevo marco regulatorio para las redes eléctricas de España, como por ejemplo ha sucedido en Brasil
Sin embargo, Galán sigue obviando su principal problema (la elevada deuda) y prefiere convertirse en comisario político del aborto y en perfilar la sucesión a través de su hijo José Ignacio (Nacho) Sánchez-Galán García-Tabernero y de su yerno David Mesonero. La deuda financiera neta ajustada ha continuado creciendo, pasando de los 51.672 millones del cierre de 2024 a 55.685 millones; y el apalancamiento financiero ajustado (deuda financiera neta ajustada/deuda financiera neta ajustadada +patrimonio neto ajustado) se ha incrementado, situándose al 47,4%, frente al 45,4% del primer trimestre de 2024, algo en lo que también ha contribuido la emisión de bonos verdes.