• Con el gigante de Detroit prende la llama, en forma de multa antimonopolio.
  • El régimen chino responde a Trump por los aranceles que planea a las importaciones asiáticas.
  • La excusa, fijar los precios con los concesionarios, pone en guardia al sector.
  • China es el mayor mercado de automóviles del mundo, crucial para GM, Ford o Volkswagen.
De la guerra retórica a la guerra comercial entre dos colosos. Ese es el paso que puede dar China en cualquier momento contra Estados Unidos, que ya tiene un avance, en forma de sanción. Es la respuesta de Pekín a la amenaza planteada por el presidente electo de EEUU, Donald Trump, de poner aranceles a las importaciones chinas. La víctima elegida no es una empresa cualquiera, sino General Motors (GM) o lo que es lo mismo: el gigante automovilístico de Detroit, un emblema americano. El fabricante es objeto de una investigación antimonopolio, con una acusación concreta: fijar los precios con los concesionarios. La sanción contra GM será impuesta "pronto", asegura el diario oficial China Daily, que se ha remitido a las declaraciones exclusivas de un responsable de la agencia de planificación económica china. No obstante, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, asegura no tener "ningún detalle". Shuang, sin embargo, rehusó hacer más comentario a la agencia France-Presse. Limitándose a China da la bienvenida a las empresas americanas que respetan la ley, como GM. No deja de ser una declaración formal del mismo portavoz que ya señaló, a de raíz de la polémica por Taiwán, que Pekín podría romper las relaciones diplomáticas con Washington si abandona la idea de "una sola China". El gesto de Pekín, avanzado por su diario oficial, es un paso más, a falta de concretarse, contra lo que se vislumbra de la nueva política económica americana, con otro apéndice importante (además de los aranceles) en los anuncios para que las grandes empresas americanas vuelvan a suelo patrio, incluso con incentivos fiscales. Dicho de otro modo, repatriar los empleos en la industria que se deslocalizó a otros países en busca de mano de obra barata. China, tengan en cuenta, es actualmente el mayor mercado de automóviles del mundo, y es crucial para esa industria con firmas europeas (como Volkswagen) o estadounidenses (GM y Ford). Rafael Esparza