"Dos horas de discurso para no decir nada o casi nada". Así empezaba el discurso de Pablo Casado, en el que ha reprochado al presidente que "no se ha referido usted a Podemos ni a sus socios independentistas". Y es que la intervención del popular se ha movido entorno a dos ejes: Cataluña y las exigencias de Pedro Sánchez de que la derecha se abstenga, sin ofrecer nada a cambio. 

Terminaba el presidente su discurso "exigiendo" a la derecha que "retire las barreras" y deje que la investidura salga adelante. Por su parte, a Casado le han faltado minutos para recriminar a Sánchez que no haya ofrecido nada que tiente a su partido a seguir sus órdenes. Ha adoptado una posición crítica recordando al presidente que "dimitió para no abstenerse" o que "en tres años ha habido tres elecciones y siete sesiones de investidura, en su mayoría motivadas por su propio inmovilismo". 

Continuaba alegando que "aún no sabemos con quién va a formar Gobierno". Ha sacado a relucir la entrevista de la semana pasada en la que vetaba a Pablo Iglesias de su Gobierno, alegando que "esconde a sus propios socios": "Podemos es un partido que no está a favor de las instituciones que usted ha recordado", como la monarquía. Asimimo, ha invitado al presidente a recurrir a los apoyos que posibilitaron la moción de censura, advirtiendo que tiene "demasiados acreedores y no podrá cumplir con todos ellos".

Sánchez a Casado: el PP es "un partido de Estado, hay otros partidos que no lo son: Ciudadanos claramente no lo es"

Respecto al tema catalán, Casado ha instado a Sánchez que dialogue "con la mayoría de los catalanes"; "Nos gustaría que Cataluña fuera una comunidad autónoma más", que no ponga en tela de juicio el sistema español, explicaba el líder. "Acaba de decir que lo que ellos [los independentistas] piden tiene sentido", de los que el PSOE es "rehen". "Vamos a votar no a su investidura", concluía.

Por su parte, Pedro Sánchez se defendía alegando que no tiene "la capacidad de una mayoría absoluta". "Si son ustedes un partido de Estado, faciliten la formación del único gobierno posible en nuestro país", ha espetado el presidente. Además, ha utilizado la rivalidad que mantienen Casado y Rivera sobre el liderazgo de la oposición, instando al popular a que pruebe su valor absteniéndose para evitar ir a elecciones. Respecto a Cataluña, ha hablado del territorio de forma implícita, al fin y al cabo es parte de España y todas sus propuestas se aplican a todo el territorio español.

Para terminar y calentar la siguiente intervención, afirmaba que el PP es "un partido de Estado, hay otros partidos que no lo son: Ciudadanos claramente no lo es, la ultraderecha, no lo es"... siempre y cuando se abstenga o le tienda la mano, tal y como él hizo con Rivera, quien rechazó su oferta. La vicepresidencia se le queda corta a Alberto Carlos, que ahora quiere destronar a Pedro Sánchez.