No habrá fusiones bancarias. La esperanza de una subida de tipos significativa, aunque sea paulatina, y la digitalización de la banca (no confundir con la banca digital), que en un futuro no necesitará de redes amplias para intentar llegar a un público amplio y por último, la posibilidad de reducir gastos sin buscar la excusa de una fusión, ha llevado a los banqueros, ya sin presiones políticas o reguladoras, a una conclusión meridiana: las fusiones no son necesarias.

Caixabank apuesta por España… y por nada más

Eso sí, podría darse una excepción: que el BCE endureciera aún más el horizonte de recursos propios marcados para los próximos años, con parada y fonda el siguiente ejercicio 2019. Pero no parece muy probable: ni a los chiflados de Francfort se les ocurriría una cosa así ya con las medidas tomadas han estado a punto de provocar otra crisis bancaria.

Los abanderados del proyecto son el presidente y ceo de Caixabank, Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, precisamente el banco que pretende copar toda España y competir en banca universal.

Y los medianos ven ahora la posibilidad de sobrevivir

Santander y BBVA luchan, el uno por convertirse en sistémico; el otro, el Santander, por permanecer como sistémico. Ambos tienem que protegerse de una posible marea de concentración en Europa, con la vista puesta en un Deutsche Bank antaño líder y hoy el pupas.

Caixabank cree que puede comprar oficinas hasta copar el mercado español. Bankia pretende, como ya hemos informado, fusionarse con BBVA pero BBVA no quiere fusionarse con Bankia. Además, será una decisión más política y personal que profesional. Y el Sabadell, interesado en sumar con Bankia, ya ha recibido demasiados noes.

Santander y BBVA se preparan para protegerse de ataques europeos y para figurar en la lista de sistémicos

Y los medianos (Ibercaja, Unicaja, Liberbank) ven en la apertura de márgenes su oportunidad para mantener la independencia.

Y la idea de fondo es que no hemos entendido la crisis bancaria. El BCE ha optado por regular más a los reguladísimos bancos, mientras no mueve un dedo por vigilar a los fondos, verdaderos dueños de los mercados financieros actuales.