El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha respondido aún a la carta que recibió el pasado 19 de junio del presidente norteamericano, Donald Trump, en el que la que le pide que aumente el gasto en Defensa hasta un 2% del PIB, como se comprometieron todos los países de la OTAN en la cumbre de la Alianza Atlántica del 2014. Y tampoco se comprometió ayer con el secretario general de esta organización, Jens Stoltenberg, a alcanzar esa cifra, que ya el anterior gobierno, presidido por Mariano Rajoy, había anunciado que sería imposible de cumplir, informa La Vanguardia.

La propia ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó, tras tomar posesión de su cargo, que “hoy por hoy, el compromiso del 2% no es posible”, y aunque el compromiso es alcanzar esa cifra en el 2024, no es realista, ya que en el actual presupuesto el gasto en Defensa significa el 0,9 por ciento del PIB.

En la reunión de Sánchez con Stoltenberg, el martes, en La Moncloa, el presidente no fue tan claro, pero sí hizo saber al máximo responsable de la OTAN la tesis que ha mantenido en los últimos días la ministra Robles, que debería contar como gasto en Defensa el dinero que España emplea en las misiones en el exterior, muchas de ellas de la OTAN, y que ahora no contabilizan.

España tiene desplegados 1.161 efectivos en misiones de la OTAN, de los 3.200 militares españoles que participan en misiones en el exterior

Ayer, el presidente del Gobierno subrayó ante Stoltenberg que “la OTAN es parte de nuestra seguridad colectiva y nuestro país se ha mostrado como un aliado firme y comprometido con la seguridad euroatlántica” y recalcó que la contribución de un país a la seguridad global no puede medirse únicamente “con un porcentaje de gasto“, sino que “también consiste en la disponibilidad de capacidades militares y la voluntad de utilizarlas en favor de la paz y la seguridad internacionales”. Sánchez recordó que España tiene desplegados 1.161 efectivos en misiones de la OTAN, de los 3.200 militares españoles que participan en misiones en el exterior.

La posición de España recibió el reconocimiento del secretario general de la OTAN, que habló de España como un “aliado valioso y fiable” que efectivamente contribuye a muchas misiones y operaciones de la Alianza Atlántica, desde Lituania a Turquía, Irak o Afganistán, además de otras misiones de interés para Estados Unidos y la OTAN, como la participación española en la coalición contra el Estado Islámico, donde 581 españoles colaboran en la formación del ejército iraquí.

Según Stolterberg, la OTAN se encuentra en un momento de adaptación a nuevas realidades y debe encontrar un reparto de cargas justo para los socios, que permita hacer frente a los nuevos retos.