El vicepresidente de Vox, Víctor González y el eurodiputado de la formación Hermann Tertsch han viajado a Bolivia donde se han entrevistado con el gobierno interino de Jeanine Áñez. Este les ha proporcionado información, al parecer sensible, sobre la relaciones de Podemos con el bolivarianismo y con miembros del ejecutivo de Evo Morales, pero las ramificación de esa información llegan más lejos.

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De entrada, los parlamentarios de Vox no han querido entrar en pormenores, tanto Tertsch como el cabeza de lista para Europa, Jorge Buxadé, aluden a la financiación de Podemos -una sospecha recurrente sobre la formación de Pablo Iglesias- por parte del comunismo bolivariano y a la multinacional de ayuda mutua, a su vez financiada por el narcotráfico, que representa el actual marxismo hispanoamericano. De postre, la relación entre esa internacional comunista y el Foro de Sao Paulo, una peligrosa organización cristófoba que intenta expandir el comunismo, el aborto y la ideología de género por toda Iberoamérica. Y recuerden que casi la mitad de los católicos del mundo habla español o portugués.

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En cualquier caso, ahora Pablo Iglesias se dispone a ocupar cargo de vicepresidente. Y lo cierto es que la financiación de Podemos y sus lazos con países como Venezuela, Bolivia e Irán, sobre todo, en el arranque de Podemos como partido político, siguen sin esclarecerse.